Lo que decía la ministra casi no lo entendí pero da igual, metía la lengua a tal profundidad en el culo de su empleador Pedro Sánchez que quedé extasiado con su habilidad para hablar y lamer culos al unísono.
Hay entre ambos campos —el político, por un lado, y el cultural o metapolítico, por otro— una complementariedad obvia. Pero una diferencia igual de obvia también.