"Orgullo del país y espejo de foráneos" —Camilo José Cela
Iceta no es una excepción, sino la regla; la encarnación viviente del reino de la cantidad, del principio nivelador, plebeyo, feísta y cateto, radicalmente socialdemócrata, que pretende imperar en el reino de lo cualitativo, de lo espiritual, de lo inevitablemente selecto, de lo aristocrático por naturaleza.