Hordas compuestas por centenares, si no miles de vándalos y ladrones procedentes del suburbio parisino de Saint-Denis se las hicieron pasar canutas este sábado a miles de aficionados españoles e ingleses.
Después de otras ciudades alemanas, el alcalde de Colonia acaba de anunciar que, en el futuro, todos los viernes, se permitirá la llamada a la oración del almuédano a todos los musulmanes.
Debemos recordar a los dirigentes americanos algo muy elemental: YO NO ESTUVE ALLÍ. Los españoles actuales no somos los descendientes de Cortés ni de Pizarro (lo cual no es un elogio, pero nos describe a la perfección), sino de los que se quedaron aquí.