Autor:

José Vicente Pascual

No en todas partes cuecen habas

The Hollow Crown

por José Vicente Pascual

En Francia la literatura es la tercera religión con más adeptos, después del paté y el islam. En Alemania, la música y la filosofía allá se andan. El único signo común de identidad nacional en Italia es la ópera. En Inglaterra, ni la abadía de Westminster y ni el arzobispo de Canterbury tienen la mitad de prestigio que el teatro. Por esa razón es posible (ha sido posible), la serie "The hollow crown", adaptación en cuatro capítulos para la BBC de la Tetralogía Lancaster de William Shakespeare, compuesta por "Ricardo II", las dos partes de "Enrique IV" y "Enrique V".

Reacciones en contra del proyecto de Wert de
fomentar la educación en español... en España

De manicomio

por José Vicente Pascual

El proyecto de ley educativa impulsada por el ministro Wert que estos días se cuece y trajina desde el gobierno los ha retratado a todos, de nuevo.

Ya lo decía Freud: amar y trabajar

por José Vicente Pascual

Hace unos días, en "la Crónica de León", mi amigo Fulgencio Fernández describía mis coordenadas existenciales como "madrileño de nacimiento, andaluz de hondas raíces, gallego temporal y leonés por matrimonio". Le faltó añadir que vine el mundo "en el seno de una familia" más valenciana que la paella (mi idioma de cuna, el valenciano), y que por residencia también se me puede atribuir vagamente el patronímico de ex catalán. En cuanto a los ámbitos andaluces, tanto el reino de Granada como la Depresión del Guadalquivir me los tengo muy trabajados. (Lo de "depresión" no va con segundas).

Un cementerio sin muertos

por José Vicente Pascual

Un cementerio vacío es el lugar más inútil del mundo. Y el más sobrecogedor. La representación de la muerte en puro concepto, representada pero no encarnada, como elemental recordatorio de nuestro sic transit, resulta de una lógica un poco cruel.

Muertes en el Jalouín madrileño.

La estupidez… mata

por José Vicente Pascual

Lo siento, de verdad, por las chicas que fallecieron, pero su destino estaba cantado: si diez mil memos se reúnen para hacer el memo en una fiesta mema organizada por unos memos... Pues eso: cantado.