Muchos estudiosos de la obra cervantina y exégetas de El Quijote, sobre todo durante la centuria "romántica" de la crítica literaria española, entre 1850-1950, han querido ver en la gran novela de Miguel de Cervantes (Alcalá de Henares, 1547 – Madrid, 1616), un compendio-síntesis del alma española, la forma española de percibir e interpretar el mundo.