“Quería cortar las dos orejas del PP y ha acabado como monosabio de Iglesias”, le soltó Pablo Casado a Santiago Abascal en el debate del Congreso.
Nos polarizan. Nos quieren amusgados, enemistados, malquistos, bandos irreconciliables, facciones contrapuestas. Nos azuzan al combate para que, ciegos y sordos, no descubramos la hilaza.
Tras el posicionamiento y los discursos de Casado y Arrimadas, la única Derecha que puede seguir llamándose así, en España, es Vox.
“Liberalia”, un término que, desde EL MANIFIESTO, proponemos que se adopte de forma general. Engloba al conjunto del Sistema: tanto a los liberalios de “derechas” como a los de “izquierdas”, por más "social-comunistas" que se digan.
Se ha suicidado. O de esto al menos tiene la pinta lo sucedido ayer en el Congreso de Diputados.
Pedro Sánchez sólo persigue derrocar en la Comunidad de Madrid el gobierno de Díaz Ayuso aprovechando, coyunturalmente, que el virus ha venido para quedarse una larga temporada.
