Pocas líneas son menester para hacer justicia al autor al que se le negaron los premios más altos de las letras hispanas.
El 20 de junio de 2014, en el Solsticio de verano y en lo alto del monte Olimpo, quedaba simbólicamente fundado el Institut Iliade.
“En la plaza, y sólo allí, el público manda como si fuera soberano y puede hacer y decir lo que le plazca” (Mérimée).
Salvajada en ciernes en Soria. Está en marcha, aunque quizá aún sea posible detenerla.
Aparte de disfrutar y bailar con ella, podemos también elevar la música de Peret a una categoría histórico-filosófica: el de una “alegría de vivir” que hoy atraviesa una tremenda crisis.
El toreo gitano alcanza el nivel de arte a la vez que tiene algo de tragedia suspendida en el tiempo, de rebeldía ante los cánones establecidos.
