Debemos recordar a los dirigentes americanos algo muy elemental: YO NO ESTUVE ALLÍ. Los españoles actuales no somos los descendientes de Cortés ni de Pizarro (lo cual no es un elogio, pero nos describe a la perfección), sino de los que se quedaron aquí.
Europa ya no es una casa de piedra donde habitan las generaciones pasadas, presentes y futuras, sino un camping barato donde la gente nómada pasa unos días y se va dejando plásticos, basura y detritos de todo el planeta.
Cómo estará España para que un charlatán de feria crea que puede sacar rédito electoral de tres viejas balas de cetme y un par de matasellos mal puestos.