Está más que clara la radicalidad de los partidos identitarios europeos en su enfrentamiento contra la configuración ideológica del wokismo y del Estado liberal. Ahora bien, ¿cabe decir lo mismo sobre su posición en las cuestiones económicas?
Los señores del dinero quieren ser también señores de la tierra. Ello da un color muy singular a ese mandamiento predicado desde Davos: «no tendrás nada y serás feliz».