Un buen día, a mi admirado Forrest Gump se le ocurrió echar a correr. Y como les suele suceder a los tontos, obsesivos por naturaleza, le cogió tanto gusto que siguió, y siguió, y siguió, y siguió...
Dado el perpetuo éxito electoral de los separatistas vascos y catalanes, se oyen por ahí algunas voces que admiten que el problema quizá no tenga solución y que, antes o después, habrá que aceptar que vascos y catalanes decidan unilateralmente la secesión
Visto el saqueo socialista en Andalucía para repartir el dinero ente los pobres.
El 19 de julio, en cuanto un oficial del ejército leyó en Salamanca la proclamación del estado de guerra, el viejo republicano salió corriendo del casino, agitó jubiloso el sombrero y exclamó: "¡Viva España, soldados!".