AfD : Alianza para Alemania, el gran partido que encabeza las esperanzas

Todo puede, en efecto, pasar...

Alemania, ese polvorín lleno de esperanzas

AfD, el partido patriótico de derechas sigue avanzando sin parar; también, aunque menos, el partido rojipardo escindido de Die Linke. Por otra parte, avanzan igual las ínfulas y los ataques de los invasores migratorios. Lo único que se le ocurre a la oligarquía liberal es reprimir a la AfD u a la izquierda patriótica. Todos los ingredientes, pues, están dados para que...

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El pasado 23 de agosto, durante unas fiestas locales en la ciudad occidental de Solingen, un individuo de origen sirio perpetró, como se sabe, un ataque con arma blanca durante el cual murieron tres personas y otras ocho resultaron heridas, cinco de ellas de gravedad. El ataque fue reivindicado por el Estado Islámico. Inmediatamente, la única respuesta de la clase política fue la habitual «indignación».

Todo lo que se les ocurrió fue prohibir llevar cuchillos en lugares públicos, como si eso fuera a cambiar algo frente a unos terroristas islámicos decididos e implacables. Pero ningún partido del sistema ha considerado que el problema puede residir en la inmigración masiva, desenfrenada y totalmente descontrolada que, entre mil otros ataques  y acciones, hizo que, en Mannheim, el 2 de junio un policía de 29 años fuera apuñalado mortalmente por un afgano.

Hoy, la clase política de los partidos tradicionales está revuelta, ya sea los socialistas, los Verdes, los liberales del FDP o la democristiana CDU. Pero no se vayan a creer, no; no lo están por esta nueva tragedia, sino porque temen una victoria de la AFD en los Länders que elegirán a sus diputados en septiembre. En las elecciones del pasado 9 de junio, la AFD registró el mejor resultado nacional de su historia, con el 15,9% de los votos y 15 diputados. Tres Länder del este del país, Turingia y Sajonia el 1.º de septiembre y Brandeburgo el 22 de septiembre, renovarán sus parlamentos regionales.

 

 

Todos los sondeos de opinión, aunque hay que desconfiar de ellos, muestran a la AFD en cabeza. También se espera que le vaya muy bien a otro partido denunciado como «populista», pero de extrema izquierda. Se trata del movimiento BSW, surgido de una escisión con el partido Die Linke [La Izquierda], al que se atribuye entre el 11% y el 19% de los votos. A la AFD se le atribuye el 30%. Así que para los partidos de la corriente dominante —los que se suceden siempre en el poder pasándose el testigo— este ataque islamista llega en el peor momento posible. El partido BSW, que se traduce como «Por la Razón y la Justicia», fue fundado a principios de año por Sarah Wagenknecht. Su programa, por decirlo brevemente, es muy de izquierdas en lo económico y muy de derechas en lo político. Critica la invasión migratoria, y también se opone frontalmente, como la AFD, a cualquier envío de armas a Ucrania.

Dentro de unos días veremos cuál es el resultado de las urnas, porque en Alemania todas las elecciones se celebran en una sola vuelta, lo que evita fraudes y manipulaciones como en Francia. En cualquier caso, Alemania, al igual que tantos otros países, está sometida a una censura política generalizada y a una considerable reducción de las libertades públicas fundamentales. El 14 de abril, Björn Höcke, líder de la AFD en Turingia, fue multado con 13.000 euros por un tribunal regional de Halle-sur-Saale por utilizar supuestamente un eslogan nazi. Santo cielo: ¿había levantado el brazo o gritado « Heil Hitler »? No, simplemente había declarado en un discurso pronunciado en 2021: «Todo por nuestra patria, todo por Sajonia-Anhalt, todo por Alemania». Sin embargo, las leyes alemanas sobre desnazificación (¿cuándo vendrá la descomunización?) prohíben el uso de eslóganes que puedan, aunque sea de lejos, nacionalsocialistaa. Piense el lector que «Todo por Alemania » habría sido el grito de guerra de las Secciones de Asalto de Ernst Röhm. No cabe duda que declarar que lo quieres todo para tu país se pronunciaba mucho antes de los años veinte y mucho después. Pero no, en la Alemania actual, decir que la patria debe ser lo primero está estrictamente prohibido y penado por la ley. Así es la democracia en nuestra pobre Europa. Desde luego, George Orwell no había inventado nada.

 © Le Nouveau Présent

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