Los Obispos y la testiculina

Compartir en:

¡Curioso! La izquierda se rebota cuando nuestros pastores de almas, los Obispos, cumplen con su obligación de indicar a los cristianos, de indicar que no de imponer, el sentido de nuestro sufragio. Aunque, hablando con educación, con propiedad y con vergüenza, al ser nuestros dirigentes espirituales, pueden incluso imponer, porque les sale directamente de sus piadosas pelotas, a quién o quiénes debemos o no debemos votar. Y el que se muestre reticente puede coger la puerta y largarse y apuntarse a la Cienciología, como Tom Cruise. O incluso meterse a cabalista, ¿Qué dicen? ¿Que la Cábala entronca con nuestras raíces judeocristianas? Lo sé. Lo digo por picar, en plan ladilla cojonera, como somos los cristianos de levantiscos y de porculerillos, y eso lo saben dos: España y el extranjero.
 
Pero para mí que nuestros dirigentes del alma se quedan cortitos en sus consejos, ya ven ustedes, los de no-sé-qué asociación islámica, de esas que florecen con el abono del asistencialismo y de las subvenciones estatales y que suelen estar dirigidas por renegados del cristianismo, esos, los islamistas, piden abiertamente el voto para los socialistas. Curioso. Aunque no tanto, porque la progresía de izquierdas es muy atea y muy anticreyente pero, como le tienen temor al Islam, les entra con ellos algo similar al Síndrome de Estocolmo y les llenan de detalles y mimos, para contentarles. Porque, si no contentas a los morabitos, te llaman de inmediato “rassista” e “islamófobo”. Mientras que si jodes a los millones de católicos españoles, te llaman “progresista”, porque el término “cristianófobo” todavía no se utiliza. Será que los católicos españoles huimos del victimismo, nos da acharo jugar con los complejos ajenos para sacar dinero y prebendas y no necesitamos, para defender “lo nuestro”, hablar de fobias, aunque existan y las padezcamos. Es cuestión de temple, de autoestima y de seguridad absoluta en que, como gazpachuelo conformado por la Filosofía griega, el Derecho Romano, el Humanismo Cristiano y los más espectaculares avances filosóficos, ideológicos, científicos y tecnológicos, seguridad absoluta en que, por nuestras raíces, por haber sido paridos en Occidente, somos todos, sin excepción, personas “muy principales”. Lo hemos inventado todo. Desde la democracia a la play-station. ¿Quién coño nos puede toser? Ni a nosotros ni a nuestros Obispos, ni al más humilde curita de aldea ante quien servidora amaga la cabeza y susurra: “Padre, su bendición…”. Y servidora, como muchos de ustedes, no se amaga ante un noble, ni ante un rey. ¿De qué y de dónde?
 
¿Que si voy de maestra liendre, que de ná sabe y de tó entiende? Por supuesto, idiosincrasia de la que suscribe, que hace la genuflexión completa tan sólo ante Dios y ante España y su bandera. El resto me resbala, porque los valores que conlleva ese “Dios y España” son tantos y tan abrumadores que han hecho falta siglos de historia y de firmes creencias para acuñarlos. Y están ahí. Son nuestro patrimonio y exigimos que se respete. Como los iraníes, en la tierra de ellos, tienen su civilización y lapidan a quien consideran merecedor del castigo o lo cuelgan ahorcado de una grúa, porque la civilización de los barbas es patrimonio de ellos. Por cierto, los Obispos, en sus necesarias pontificaciones, se han quedado escasos y cortitos, porque deberían haber abominado de “Alianzas de Civilizaciones” con integristas de enciclopedia; porque, que yo sepa, los españoles tenemos escasísimo interés, por no decir ninguno, en dar la imagen de “aliados” de tipos que les cortan las manos a los ladrones o que persiguen con fiereza a los homosexuales, y no digamos con los que privan a las mujeres incluso del derecho a conducir un coche. Oigan, ¿a “eso” se le puede llamar “civilización”?
 
¿Qué están susurrando entre babeo de rabia y estertores iracundos? ¿Que lo de la “Alianza de Civilizaciones” seguramente creará unos puestitos de trabajo, con salarios muy cucos, para allegados de los hacedores del invento? Por supuesto, eso es de esperar, muchos cargos, ninguno para mileuristas de a pie; de hecho, no hay mejores agencias de colocaciones que los partidos políticos. Colocaciones entre ellos, naturalmente; la juventud y los padres de familia del pueblo llano, bastante tienen con “colocarse” con la adrenalina que segrega la hormona desencadenada del estrés cronificado, de ese estado de alerta que dan las dificultades cotidianas y el cabreo que suscitan los abusos institucionalizados. ¿Qué gruñen, que Rajoy ha dicho que nos vamos a borrar de la Alianza del carajo? Pues antes debería haberlo dicho el Nuncio, porque nuestros hombres de Dios están para guiarnos, no con homilías, sino sacando los cojones a la calle, con testiculina, dando la cara aunque se la partan. ¡Miren, miren a los islámicos cómo barren para su casa y pregonan apoyos a quienes más les da! Pues que los Obispos hagan lo propio, que les digo que no les van a partir el careto, porque antes nos lo tienen que partir a muchos millones de cristianos y eso resulta muy entretenido y muy fatigoso. Y encima, lo mismo la gente no se deja avasallar y arma el lío del Montepío. Así que, Obispos, ¡a largar!

Todos los artículos de El Manifiesto se pueden reproducir libremente siempre que se indique su procedencia.

Compartir en:

¿Te ha gustado el artículo?

Su publicación ha sido posible gracias a la contribución generosa de nuestros lectores. Súmate también a ellos. ¡Une tu voz a El Manifiesto! Tu contribución, por mínima que sea, dará alas a la libertad.

Quiero colaborar