Se cumplen cuarenta años
El 23-F fue una operación política-institucional en la que intervinieron y participaron, de una forma u otra, los principales poderes del Estado.
Aquellos catalanes antes indefensos, otrora maltratados, han pasado de ser toreados a convertirse en toreros.
Si las identidades colectivas no existieran, ni el abajo firmante ni usted hablaríamos la lengua que hablamos.
A tal grado de ridiculez llegaban los periodistas aquellos, y tal era su odio a la palabra España o simplemente al adjetivo que la designa.
La actual alianza de Sánchez y el muy filoetarra Iglesias con el brazo político de ETA no es más que la lógica consecuencia de todo lo anterior.
En el Estado español, según la ministra Celáa, el castellano va a dejar de ser lengua oficial y perderá su carácter “vehicular” en la educación.
