Hasta el Gobierno se ha hartado
A veces, cuando uno menos se lo espera, va y salta una buena, incluso una excelente noticia.
No sabemos en qué capítulo o riguroso estudio de qué ciencia queda establecido que las personas nacemos sin sexo.
Quieran los dioses y las diosas que este artículo sea del agrado y de la agrada de todos y todas los/las lectoras y lectores.
Recomiendo encerrar al menos un año en campos de trabajo forzado de la isla pavorosa a las feministas y sus mamalonazos profesores ecosexuales. Todo sea por la causa.
El tenor más grande del mundo ha de contar con el beneplácito de la comisaria sexual de España, nuestra 'MeToo' de andar por casa, Irene Montero, para poder cantar, por ejemplo, 'Otelo' en el Real.
Sólo les queda la radio. Los rebeldes ya no tienen más instrumento que esta primitiva máquina de voces para hacerse escuchar.
