La clase media es la gran fuerza política de nuestro tiempo, pero nadie la tiene en cuenta por sí misma. Todos se refieren a ella como si no existiera en realidad: la vuelven invisible.
Con Uber o sin Uber, esa es de un tiempo a esta parte la gran especialidad de la economía española: crear miles y miles de nuevos empleos precarios y mal pagados que acaban ocupando por norma miles y miles de inmigrantes poco cualificados.
Y esos cráneos privilegiados del FMI nos vienen a decir que el asunto se resuelve importando a otros ocho o nueve millones de inmigrantes extranjeros poco cualificados para que trabajen en empleos de ínfima retribución salarial.