España es un país dominado por un tipo social que marcará esta época: el pijoprogre, alguien con opiniones muy de izquierdas y acciones de un liberalismo salvaje.
El título de esta columna es metafórico. No aludo con él a la churrigueresca carnavalada del Orgullo Gay, sino al lamentable espectáculo que nos brinda la actualidad política.
Más de lo mismo; incluso si cabe, a peor. Así puede resumirse la situación de España una vez conocidos los resultados electorales del 28-A. Pese a ello, ha acontecido una verdadera novedad: la irrupción de Vox.