Cerca de 1.500 detenidos, más de un centenar de heridos de diversa consideración, París tomado por 8.000 policías, psicosis general y serias amenazas para el futuro político de Macron. Este era anoche, a las 21,00 horas, el balance de la cuarta manifestación de los Chalecos Amarillos (Gilets Jaunes), una protesta popular que está sacando a la superficie todas las tensiones acumuladas en la sociedad francesa. Y son muchas tensiones.