El 20 de junio de 2014, en el Solsticio de verano y en lo alto del monte Olimpo, quedaba simbólicamente fundado el Institut Iliade.
“En la plaza, y sólo allí, el público manda como si fuera soberano y puede hacer y decir lo que le plazca” (Mérimée).
La característica principal de la derechita punk no es tanto una novedad programática o ideológica como una actitud. Una voluntad de enfrentarse al asfixiante relato posmoderno a través del humor, la ironía, pero también de la firme defensa de unos valores, en contraposición a la relajación cultural, en el sentido metapolítico de la palabra, de la derecha española.
“Encima de quitarles sus dineros, vamos a reírnos a carcajadas de la idiotez de esos desgraciados. ¡Ja, ja, ja!”, deben de haberse dicho los directivos de ARCO.
«El futuro de la Universidad pertenece a pedagogos y burócratas; como yo no pertenezco a ninguno de esos dos clanes, me voy de ella.»
«Quiero brindar este toro, el último toro de mi vida de torero en esta plaza, a todas las daifas, meselinas, meretrices, prostitutas, suripantas, buñis, putas, a todas aquellas que saciaron mi hambre y mitigaron mi sed.»
