El eterno retorno al mito nacional europeo
El mundo moderno está racionalizado demoníacamente. Sus consecuencias inmediatas son la desacralización y la desmitificación que pueden ser -y frecuentemente lo son- contestadas en forma de lamentaciones genéricas contra la técnica incontrolada, protestas contra la moderna organización económica e, incluso, manifestaciones de los "nuevos bárbaros" del irracionalismo sumido en la oscura noche de los tiempos legendarios. "Nos encontramos -afirmaba Mircea Elíade- frente al deseo y la esperanza de regenerar el tiempo en su totalidad, es decir, de poder vivir en la eternidad, mediante la transfiguración del tiempo en un instante eterno".