Francisco Largo Caballero, 'el Lenin español', Secretario General del PSOE, en medio de milicianos armados

La desmemoria histórica del PSOE

Sólo con una ley de Reconciliación y Verdad Históricas podríamos mirar al futuro como una sociedad sin fisuras y sin rencor que nos fortalezca como nación.

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Una ley de Memoria “histórica o democrática”.co ésta que nos están endilgando, no puede ser tal cuando su corte temporal comienza donde el PSOE quiere que empiece. O dejando a un lado hechos fundamentales para entender el auténtico motivo del inicio de la guerra civil. La historia son hechos y por los hechos conocemos y juzgamos al partido socialista. ¿Quieren memoria histórica? A continuación unas pinceladas.

En octubre de 1934, durante el gobierno legítimo del Partido Radical de Lerroux, de la CEDA de Gil Robles y del Partido Agrario, tuvo lugar la revolución de Asturias. Previo a este suceso, tras las elecciones de 1933 —en las cuales votaron por primera vez las mujeres—, los republicanos de izquierda y socialistas intentaron que el presidente de la República convocara nuevas elecciones antes de que se constituyeran las nuevas Cortes. ¿Es esto respetar el juego y las reglas de la democracia?

Dicha revolución se inició al entrar tres ministros de la CEDA —con 115 diputados, la fuerza más votada— en el gobierno. ¿Qué sucedió? Se armó la de San Quintín. ¿Quiénes fueron sus instigadores? Los socialistas. Unos socialistas que desde el triunfo electoral de las derechas abandonaron la vía parlamentaria para alcanzar el socialismo mediante la insurrección, llevando a cabo un golpe de Estado en toda regla organizado junto a UGT, comunistas y CNT, y aprovechado por el separatismo catalán de ERC, que el día 6 proclamaba el Estado Catalán en el marco de una hipotética República Federal Española.

Pero ahí no acabó el asunto. ¿Qué sucedió en las elecciones del 16 de febrero de 1936? Fraude y violencia. El Frente Popular, sin esperar el fin del recuento del escrutinio y la proclamación de los resultados, desencadenó en la calle el desorden y reclamó el poder por medio de la violencia. Por ejemplo, en la provincia de Cáceres, donde habían triunfado las derechas, se abrieron sobres y cambiaron papeletas. El resto ya estaba hecho, pues los organismos que debían controlar y validar los sondeos estaban bajo el control violento del Frente Popular. Al más puro estilo de la revolución bolchevique unos años antes.

Los resumidos acontecimientos anteriores condujeron inexorablemente, el 18 de Julio, al golpe de Estado contra una corrompida e ilegítima República. Abandonemos el uso partidista y sesgado de nuestra historia y respetemos la misma. Sólo así, y con una ley de Reconciliación y Verdad Históricas, podremos mirar al futuro como una sociedad sin fisuras y sin rencor que nos fortalezca como nación.

 

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