«Una lectura al cuadrado, que, al leer por leer, redoble la vida, esto es, la emoción, la aventura, los grandes ideales y los sentimientos auténticos».
Une a los intelectuales del establishment su progresismo edulcorado, su discurso políticamente correcto y su elevación de la democracia a principio sagrado.
Pretende la ideología de género que el individuo no debe nada a la naturaleza y puede construirse a sí mismo a partir de nada (fantasma de autoengendramiento).