Como Livingstone, el doctor Sánchez también se ha hecho célebre gracias a su extravío equinoccial, que, sin duda, consagra a Antonio el Africano como un estadista de la talla de Liz Truss.
Si algo bueno tiene la “educación” woke es que los artistas más valorados son Rothko, Pollock y Mondrian, no los devaluados machirulos de Ticiano, Rubens o Rembrandt.