Que la izquierda ataque a VOX es enteramente natural: la izquierda española nunca había tenido un enemigo tan correoso. Más atención merecen los ataques que vienen del otro lado.
El pasado 22 de mayo, un individuo armado con un cuchillo atacó a dos personas en un hospital de Reims (Francia). En el ataque fue asesinada la enfermera Carene Mezino, de 38 años y con dos hijos.
Es esa palabra, «descivilización», la que ha prendido el fuego. «Macron utiliza los términos de la extrema derecha», denuncia la prensa de izquierda (o sea, casi toda).
Los señores del dinero quieren ser también señores de la tierra. Ello da un color muy singular a ese mandamiento predicado desde Davos: «no tendrás nada y serás feliz».