Como la pólvora se ha expandido por las Redes Sociales la carta que don Amalio Gutiérrez Álvarez, director de un centro de Educación Secundaria Obligatoria, ha remitido a los padres de sus alumnos con el fin de sosegar su angustiado ánimo ante la terrible prueba de los exámenes.
![[ENSEÑANZA]](/images/carpeta_relacionados/2024/02/22/sm/7761_sin_titulo.jpg)
"¡Fuera móviles y tablets de las clases!", clama en Uruguay un célebre profesor universitario que, herido, arroja la toalla.
Hay directores de centros docentes, como un tal Amalio Gutiérrez Álvarez, capaces de escribir a los padres de sus alumnos incitándoles a no dar la menor importancia a las malas notas y a los suspensos de sus retoños.
EL DESASTRE EDUCATIVO
La reciente publicación del último Informe PISA ha vuelto a poner bajo el foco de la opinión pública la prolongada crisis del sistema educativo en nuestro país.
El pin parental no es sino una solicitud y autorización previa a los padres para que decidan si estiman o no oportuno que sus hijos reciban o participen en determinada charla, taller o actividad.
¿Cuándo se acabó la educación? Pero acabada como está hoy. Del todo, sin salvación. Salvo si cambia todo.
