¿Sabían ustedes que, en sus orígenes, los británicos eran negros? No, porque no han leído Brilliant Black British History [Esplendorosa historia de la Bretaña negra], publicado por Bloomsbury el pasado año. Acaban de presentarlo en forma de exposición en los Archivos Culturales Negros del barrio londinense de Brixton, un hervidero del gueto afrocaribeña. El autor del libro es el cuentacuentos infantil nigeriano Atinuke. El ilustrador es Kingsley Nebechi, también nigeriano y muy implicado en el movimiento Black Lives Matter.
El libro infantil y la exposición pretenden contar la historia real del poblamiento de las Islas Británicas. En un principio, hubo emigrantes: en el año 10.000 a.C., los negros desembarcaron en Gran Bretaña. Esta versión se basa en arriesgadas conclusiones ideológicas extraídas de análisis de ADN. En 2018, la prensa anunció que el hombre de Cheddar, que vivió hace 10.000 años, era negro. Sin embargo, según varios científicos, este resultado debe matizarse. El hombre de Cheddar era quizá, en el mejor de los casos, de un oliváceo negruzco. Al mismo tiempo, se habló mucho de una honorable ciudadana británica del año 200, la Dama de Beachy Head, que también sería negra..., hasta que análisis más detallados la convirtieron en una chipriota más bien pálida.
Septimio Severo..., emperador de Wakanda
No importa. La "brillante historia" continúa. Los emigrantes celtas llegan a su vez. Fabrican vasijas de barro y luchan desnudos, pintados de azul, como los pitufos. Les siguen los legionarios romanos, algunos de los cuales son negros. De hecho, dice la exposición, el emperador Septimio Severo, que murió en York, era "un líder romano negro". Un hombre de orígenes bereberes, semíticos e itálicos, que dijo de sí mismo "he sido todo lo que se puede ser", se sorprendería al saber que además era "de color".
Bajo los Tudor y los Estuardo, llegaron más negros. Eran musulmanes y trajeron consigo avances en medicina, matemáticas y navegación. Ya ha ustedes han comprendido. Recuerde una cosa: los ingleses son el resultado de un gigantesco mestizaje, pero sus raíces originales son negras. Es la Gran Sustitución...[1] ¡realizada ahora en la raíz! ¡Hola, hola, bonita apropiación cultural!
Una página del libro 'infantil' Brilliant Black British History [Esplendorosa historia de cuando Brritania era negra]: así pretenden que era la sociedad inglesa en la época de los Tudor y los Estuardo.
El mito de la Atenea Negra
En 1987, un académico inglés, Martin Bernal, publicó Black Athena (Rutgers University Press). Este profesor inglés de Cornell, comunista especializado en la China moderna y Vietnam, anunció que Grecia había sido colonizada por un pueblo egipcio negro. Manipulaba temas que no dominaba en absoluto. Su tesis fue refutada por lingüistas, arqueólogos e historiadores. Pero el daño ya estaba hecho: el libro fue acogido calurosamente por la comunidad intelectual negra. Cuando se escriba la historia del wokismo, Martín Bernal figurará de forma destacada entre los blancos que contribuyeron a su nacimiento.
Lo peor no es que se escriban tonterías. Lo más grave es que provengan de investigadores o que encuentren respaldo académico, grandes editoriales, subvenciones públicas y medios de comunicación entusiastas. Lo peor es que teales estupideces sean tomadas al pie de la letra por jóvenes analfabetos que ya no tienen referentes históricos dignos de ese nombre. Este tipo de necedades son como semillas de discordia arrojadas sobre mentes en barbecho. A finales de los años 80, se necesitaba un barniz universitario para que lo aceptaran; hoy, basta con un libro infantil.
Complejo de inferioridad
Violentamente antiblanco, el wokismo parece alimentarse de un profundo y doloroso complejo de inferioridad negroafricano. "El complejo de inferioridad, según un proceso clásico, tiende hacia ideas de grandeza a través de ideas de persecución", escribió el psiquiatra Dr. Logre sobre el pueblo alemán. La persecución es el "racismo sistémico". Ideas de grandeza, la proyección irracional de los africanos en un mundo donde los faraones son negros, Atenea negra, Septimio Severo negro, las Islas Británicas negras, donde Stonehenge y las pirámides fueron diseñadas por negros. Mantener a los africanos en un malestar etnocultural es otra faceta de este wokismo, que no tiene, decididamente, nada bueno que ofrecer a pueblo alguno.
[1] ¿“La Gran Sustitución” o “El Gran Reemplazo” de los europeos? Ambos términos traducen “Le Grand Remplacement”, concepto ideado por el escritor francés Renaud Camus, y aunque significan exactamente lo mismo (la misma desgracia) tienen distinta fuerza expresiva. Dedicaremos a la cuestión un próximo artículo. (N. del Trad.)