Lo habitual es llamarlo «democracia». Queda mejor que «liberalismo» y, además, bullen en la mágica palabra el demos y el kratos: el pueblo (soberano) y el poder. El poder del pueblo, pues.
Y todos lo aceptan. Sin pestañear, sin cuestionar nada.
Cuestionarlo, interrogarnos sobre la realidad de las cosas y del liberalismo; preguntarnos si un régimen liberal —o sea, liberal- capitalista— es (o no) sinónimo de «poder del pueblo». Interrogarnos para saber si, en el reino del individualismo atomista y gregario que el liberalismo implica, hay lugar (o no) para algo como la grandeza, la nobleza o la belleza. Escudriñar si, la libertad total de expresión que la Ley liberal ofrece, es realmente tal. Preguntarnos si dicha libertad no queda limitada —en su práctica real, efectiva— a la expresión tan sólo de los pensamientos afines a la concepción individualista y economicista del mundo: tales son los principales retos que, con una plétora de destacados autores, EL MANIFIESTO emprende en este segundo número de su revista de pensamiento.
Y pensamiento crítico, huelga decir.
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Alain de Benoist, “¿Qué es el liberalismo?"
El inspirador de la Nueva Derecha francesa nos ofrece un análisis agudo, pormenorizado e implacable de los engranajes políticos, filosóficos, culturales y económicos por los que se rige el liberalismo. Ello nos depara una panorámica global de esta «atomización del mundo» en la que estamos absolutamente inmersos. Con todas sus evidentes consecuencias.
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Sertorio. "Viernes"
Robinson —escribe nuestro colaborador en un artículo de hondo calado literario— tuvo que naufragar y acabar en una isla desierta para ser uno de los mitos fundadores del individualismo liberal. En la Europa del siglo XVIII nadie flotaba a la deriva en el mar de la historia. La sociedad tradicional era un conjunto de arraigos, de dependencias, de fidelidades de las que dependía la supervivencia de la comunidad: un todo orgánico, una inmensa familia, un ser casi biológico, en el que el espíritu de la tierra y los muertos confirmaba la costumbre sin necesidad de constituciones escritas.
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Javier Ruiz Portella. "Las dos manos del liberalismo"
Una Mano Invisible —pretende la bien conocida sentencia de Adam Smith— rige armoniosamente el Mercado, estableciendo orden e impidiendo confusión. Lo que ocurre —dice aquí nuestro director, extrapolando el dictum smithiano del terreno de la economía al de las ideas— es que no es una sola Mano la que rige el orden liberal. Son dos. Una, la mano con la que se ofrece, jurídica, legalmente, la más amplia libertad de pensamiento jamás conocida. La otra mano es aquella que, aviesa, subrepticiamente, retira lo que la otra mano ofrece. ¿Cómo, mediante qué ardides, en detrimento de quiénes? Es lo que Portella nos explica aquí.
- José Antonio Primo de Rivera. "El Estado capitalista y liberal"
Es conocido el crítico análisis que del liberalismo efectúa el fundador de la Falange. El mismo puede compendiarse en lo que, con poética prosa, dice en las siguientes líneas y desarrolla en nuestro artículo. "El sufragio, esa farsa de las papeletas entradas en una urna de cristal, tenía la virtud de decirnos en cada instante si Dios existía o no existía, si la verdad era la verdad o no era la verdad, si la patria debía permanecer o si era mejor que, en un momento, se suicidase".
Otros artículos
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Pierre Le Vigan. "Nietzsche afirma la vida"
Nietzsche es un perspectivista, es decir, un pensador que nos dice que todo es cuestión de punto de vista. Pero también es un vitalista, es decir, un pensador que nos dice que la vida —o sea, el movimiento, la metamorfosis, la muerte y el renacimiento— es el valor supremo, lo que debe guiar nuestra forma de ver el mundo. ¿Qué se opone a la vida? Ésta es la pregunta que se hace Nietzsche. Y como cualquier médico, primero intenta comprender, empieza por observar, no por releer su guía práctica o sus sagradas escrituras.
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Francisco Núñez Roldán. ¡Viva la sociedad de clases!
Nada hay más injusto que tratar como igual a quienes es desigual, decía Aristóteles, y piensa Francisco Núñez Roldán en su reflexión sobre la igualdad y la desigualdad. Una diatriba mordaz, amena y provocativa (pero esto último, sólo en parte).
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Gérard Boulanger. "Marco Scatarzi: la Comunidad frente al individualismo"
Marco Scatarzi es, entre otras cosas, un rebelde editor italiano que se halla al frente de una muy sólida y seria editorial —Passagio al Bosco—, cuyo nombre es ya todo un programa: un claro guiño a Ernst Jünger y a su concepto de emboscarse, de buscar refugio en el bosque.
De todo ello habla con Gérard Boulanger, quien acaba de traducir al francés el libro de Marco Scatarzi titulado Rumbo a la Comunidad.
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François Bousquet. "Charles Péguy, el cruzado antimoderno"
Charles Péguy (1873-1914) tan poco conocido en nuestros lares y tan digno como es de ser conocido, es un hombre aparte en la historia de la literatura francesa. Poeta de la encarnación y polemista formidable, tenía un alma religiosa, cargada de humanidad. Desde el asunto Dreyfus hasta la Gran Guerra, trató de defender una concepción heroica de la existencia. Hasta su muerte, en el campo del honor, de un balazo en la frente.
