El aspectismo discrimina a la mujer, y eso es grave. Se puede ser ministra por guapa, pero nunca por cajera. Por eso salen torcidas las leyes de igualdad.
Gracias a un artículo de "El País" nos enteramos de la escandalosa situación existente en nuestros museos: "raptos, violaciones, humillaciones y toda clase de vejaciones hacia las mujeres están ampliamente representadas en cuadros, dibujos y esculturas".
Por machista, heteropatriarcal, violento y racista.
«Lo importante es saber si nos parece aceptable que en el siglo XXI, en uno de los países más cultos de la culta Europa, se pueda anular social y humanamente a un artista sin darle voz para su defensa.»
La mujer sensual y lista despierta rencor y envidia en el hombre princesita. Ante ella adopta una actitud de altanería y soberbia.
