Thierry Decruzy, en su último libro 'Démondialiser la musique - Une réponse au naufrage musical européen' [Desmundializar la música - Una respuesta al naufragio musical europeo], efectúa un brillante análisis de una de las degeneraciones de nuestra época que, curiosamente, se suelen tener poco en cuenta: la de la música.
Por machista, heteropatriarcal, violento y racista.
Ya que les ha dado por atentar contra obras de arte, ¿han pensado en una acción masiva, espectacular y aniquiladora contra la próxima edición de ARCO?
“Rusia es un país ortodoxo que profesa valores tradicionales. Por eso debe ser destruida sin importar el precio que paguemos” (Jamie Raskin, miembro de la Cámara de Representantes por el partido Demócrata).
Extraño resulta encontrar denuncias parecidas en las publicaciones contemporáneas y menos en un periódico main-stream. Cuando ello sucede corresponde saludarlo calurosamente.
Todo el trayecto de Jünger se puede condensar en esta frase suya: “El orden humano se parece al cosmos en que, para renacer, es preciso que se sumerja de vez en cuando en el fuego”.
