Ya se puede ‘ligar’, ‘coquetear’ y hasta ‘enamorarse’ de uno de avatares informáticos que hablan y reaccionan de forma similar a sus congéneres humanos. Un periodista así lo hizo y cuenta su amorosa aventura.
¨Los lectores suscritos a nuestras Cartas Confidenciales ya se están regodeando y riendo (por aquello de que más vale reír que llorar) al enterarse de cosas como...