Nuestros suscriptores ya la han recibido en su correo. Para quienes aún no han podido dar su colaboración a EL MANIFIESTO (bastan para ello 3 euritos al mes), les ofrecemos seguidamente los titulares de nuestra 16.ª CARTA.

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Sumario de la CARTA N.º 16

⇒ ARQUITECTURA MODERNA: «Los tiempos adelantan que es una barbaridad»

¿De verdad pensamos algo así? No, claro que no. Se trata de nuestra sempiterna ironía. Lo que ofrecemos en este artículo es una serie de imágenes de lo que estaba construido antaño y de lo que hoy se alza exactamente en el mismo lugar. Pueden imaginarse cuál de ambas construcciones es la que se lleva la palma.

⇒ ¿Expolió mucho oro americano la malvada España?

Otra pregunta irónica. Porque la respuesta es que no. Fue una gota de agua el oro que llegó a España al lado del que siguen extrayendo, hoy, los propios países, por no hablar del oro del que se adueñan los compañías multinacionales que explotan los yacimientos auríferos. ¡Restréguelos por las narices de quienes defienden la Leyenda Negra! Para ello, suscríbase y acceda a nuestra Carta. En cualquier momento se podrá dar de baja.

⇒ El español, ese pequeño «dialecto»

Lamentamos comunicárselo. La lengua que usted habla, la que hablamos 500 millones de personas en todo el orbe, no es ninguna lengua. No es más que un «dialecto». De ello nos informó recientemente, usando desde luego esa habla dialectal, un egregio prócer hispanoamericano. Fue confortado también por la presidencia de la Asamblea ante la que hablaba, la cual ratificó el carácter dialectal de nuestra lengua. ¿De qué par de individuos estamos hablando? Encontrará todos los detalles en nuestra 16.ª CARTA DEL GRAN MANICOMIO DEL MUNDO.

⇒ El feminismo ensucia el chotis y la tradición

El personaje de uno de los más célebres chotis madrileños —chulo, conquistador, «machista y heteropatriarcal»— ha sufrido una grave transformación. En manos de una conocida cantante hiperfeminista, que ha efectuado una versión 'moderna' de dicho chotis, ha sido transformdo en un lamentable calzonazos carente de la menor gallardía y seducción.

Vean, y comparen, ambas versiones. La fetén, la de toda la vida (la canta la gran Sara Montiel) y la actual, cantada y escarnecida por...

⇒ Hagamos un poco de «memoria histórica»

También en EL MANIFIESTO reivindicamos, por supuesto, la memoria histórica. Es cierto, más valdría que dejáramos de soltarnoa unos a otros constantes andanadas a costa del pasado. Pero como son 'ellos' quienes han empezado, no somos nosotros quienes vamos a poner la otra mejilla y a callarnos.

Revindicamos aquí la memoria histórica con una espléndida foto de una manifestación celebrada en el Madrid de la República denominada 'democrática'. En ella, una gran pancarta vitoreaba a un Estado nada, pero nada democrático.

⇒ El mundo al revés. El escándalo de la okupación en España

Contamos dos casos.

El primero es el de los dueños de un piso que, además de sufrir todo lo que conlleva la usurpación de la vivienda habitual, han sido objeto de un particular ensañamiento. No contento con mantener a los okupas en el piso, es a ellos, a los dueños del piso, a quienes el juez ha acusado e inculpado. Pero ¿de qué los acusa y por qué?... Alucinante, ¿no?

El otro caso es el de un okupa que, entrevistado por un periodista, responde con el mayor desparpajo y de la más sorprendente manera cuando se le pregunta si justifica su acción. ¿Con qué palabras osa hacerlo?

⇒ El PSOE renuncia a la ley contra la prostitución para evitar el escarnio por el 'Tito Berni'

Renunciaron, sí; pero lo hicieron en medio del pavor de los jerarcas y de un tremendo acceso de cólera por parte de Pedro Sánchez, el Jefe Máximo. El asunto ha trascendido muy poco, pero EL MANIFIESTO ha podido hacerse con la grabación de todo ello. No dejen de verlo en nuestra última CARTA. Se trata de un documento único.

⇒ Y, para concluir, una gran cita literaria

Pertenece a Fedor Dostoievski, el cual nos habla de cierto desventurado acontecimiento cuya realización temía. Podemos dar fe, metidos como estamos en nuestro Gran Manicomio, de que sus temores no estaban en absoluto infundados. Ya se han cumplido más que de sobra.