Según reconmoce The Washington Post, que por una vez informa con lucidez, la fabricación se ha disparado en Rusia gracias a la economía de guerra.
Más particularmente:
- Las inversiones crecen de forma considerable porque los oligarcas rusos no tienen dónde aparcar su dinero.
- El turismo y la restauración están floreciendo. De hecho, los rusos afirman que la calidad de la comida es ahora mucho mejor que antes.
- Las exportaciones de gas y petróleo son buenas. Incluso Europa burla las sanciones que ella misma ha establecido y compra energía rusa a través de intermediarios como India y Turquía.
- Los productos chinos han sustituido a los occidentales, y el yuan ha reemplazado al dólar y al euro.
- En enero, el FMI anunció que la economía rusa se contraería un 2,3%. Hoy, el mismo FMI dice que el PIB de Rusia crecerá un 2,2%.
- El déficit presupuestario es insignificante (un 1% del PIB).
- Y el índice de aprobación de Putin es del 80%.
La Unión Europea reconoce el fracaso de las sanciones
Según informa, por otra parte, Sputniknews, todo ello hace que, como escribía el 24 de noviembre el periódico italiano Il Fatto Quotidiano, la Comisión Europea se ha visto obligada a reconocer "el fracaso de las sanciones antirrusas", mientras que el crecimiento de la economía de Rusia, a finales de 2023, "triplica al de la eurozona".
Además, dicho diario italiano destacaba que, en este contexto, los europeos tienen que comprar gas dos veces más caro que antes del conflicto en Ucrania y "cuatro veces más que Estados Unidos".
Desde Rusia se ha afirmado en repetidas ocasiones que Occidente ha cometido un grave error al negarse a comprar hidrocarburos a Rusia, habiendo caído en una nueva dependencia más fuerte debido al aumento de los precios. Además, sigue comprando los mismos petróleo y gas procedentes de Rusia, pero ya más caros, dado que llegan a través de intermediarios.
Anteriormente, el viceministro ruso de Exteriores, Alexandr Grushkó, declaró que, “según las estimaciones más cautelosas”, las restricciones y la ruptura de los lazos económicos con Rusia ya han costado a la UE unos 1,5 billones (con be de burro) de dólares.
Lo que ha ganado EE. UU. por las restricciones de la UE sobre el gas ruso
Quien sí se ha aprovechado considerablemente de todo ello es Estados Unidos, pues —según datos comunicados por Eurostat— desde febrero de 2022 ha suministrado gas natural licuado (GNL) a la Unión Europea por casi 66.700 millones de euros, unos 52.200 millones de euros más que en el año anterior. Esta diferencia se debe principalmente a que los europeos ahora les están pagando a los estadounidenses el doble por metro cúbico de gas.