¿Qué cambios debemos hacer para que Rusia gane la guerra? Voy a enumerar algunas propuestas que se han hecho:
- Pasar de un Estado autoritario a una alianza entre el Estado y el pueblo, es decir, una unidad orgánica entre ambos que nos permita superar la manipulación en favor de la honestidad.
- Remplazar el paradigma liberal por el socialismo popular, favoreciendo el apoyo material al sector público y a los más necesitados.
- Demoler el gran capital (oligarquía) y sustituirlo por la competencia real entre las pequeñas y medianas empresas (nacionalización de la gran industria).
- Dejar de lado el comercio de materias primas y remplazarlo por la economía del conocimiento y la reactivación del mundo rural.
- Desarticulación de las grandes aglomeraciones urbanas y repoblamiento de las tierras rusas: debemos destruir las grandes urbes y volver a los pequeños pueblos y las comunidades rurales.
- Acabar con la inmunidad y la promoción de burócratas corruptos e ineficaces mediante el principio de la meritocracia (es necesario entregarle el poder a quienes han demostrado ser dignos de sus puestos).
- Pasar de una sociedad basada en las relaciones públicas a una totalmente ideologizada: los periodistas deben defender aquello en lo que creen y no hacer simple propaganda para el momento presente.
- Rechazo de la cultura del entretenimiento en favor de una cultura clásica formativa, edificante y filosófica.
- Comprensión histórica de nuestra realidad: definir de forma precisa el lugar de la Rusia actual dentro del conjunto de toda nuestra historia, rindiendo homenaje a la antigua Rus, al Reino de Moscovia, el Imperio Ruso y la URSS, mencionando episodios como el Tiempo de los Problemas y la infame década de 1990 como desviaciones de nuestra misión.
- Protección de nuestros valores tradicionales y erradicación de todo aquello que no tenga que ver con ellos, confiando esta misión a personas capaces y no a simples gestores aleatorios.
- Construir una sociedad solidaria compuesta por:
- Una clase espiritual que sea la brújula moral de la misma,
- Los guerreros como los representantes de una élite política y social (una nueva nobleza o, si se quiera, nomenclatura del partido),
- Los trabajadores honestos (incluidos los empresarios) como representantes del hombre común.
- La creación de una élite intelectual rusa que sea independiente de los paradigmas y estrategias de la civilización occidental.
- Retorno a una sociedad tradicional con una familia fuerte y rechazo de la interpretación secular, contractual e individualista del matrimonio.
Todos estos puntos, que son bastante evidentes, constituyen las condiciones necesarias para nuestra victoria. Si no los tomamos en cuenta y dejamos todo como está, simplemente estaremos condenados a perder. El modelo de Estado anterior a la guerra, que resultó ser relativamente eficaz, ya no se corresponde con las necesidades históricas actuales. La Operación Militar Especial ha expuesto los defectos fundamentales de nuestro Estado y en la actual confrontación militar con la civilización occidental tales defectos resultan fatales. Necesitamos de un nuevo Estado y una nueva política. El tiempo se acaba y creo que tendremos que hacer importantes avances en esta dirección durante el próximo año. De lo contrario…
© El espía digital
Apostilla de EL MANIFIESTO
Qué pena, cómo duele que en un artículo tan extraordinario e importante como éste se rinda homenaje, aunque sea de pasada, a la URSS. A la mismísima URSS en cuyos campos de concentración estaría ahora encerrado o ya habría perecido un rebelde de alta casta como Aleksandr Dugin.
Una cosa es que se entienda o se apruebe que Rusia no cometa con la URSS la damnatio memoriae que, sobre el fascismo, Occidente ha cometido (y sigue cometiendo: sólo les queda la reductio ad hitlerum como argumento para defender “la democracia liberal”). Pero una cosa es eso, y otra muy distinta es que se ensalce a la URSS colocándola entre los más gloriosos hitos de la historia rusa.
J. R. P.
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