Los progres quieren rebajar la edad del voto, pues están convencidos de que los jóvenes están con ellos y que les votarían: pero es la ilusión típica de quien vive en una burbuja ideológica e irreal. De hecho, los estudios llevados a cabo por diferentes institutos independientes reflejan un panorama decididamente opuesto, como escribe Victor Delage en Le Fígaro del 7 de mayo: “asistimos a un giro a la derecha de la juventud europea". El artículo es el resumen de una amplia investigación llevada a cabo por la Fondation pour l’innovation politique, un think thank o laboratorio de ideas, independiente pero no alejado del partido de Macron; por lo tanto, nada sospechoso de contar con las simpatías de soberanistas y conservadores. La investigación está íntegramente publicada para su consulta en la página web fondapol.org bajo el título “La conversion des Europeéens aux valeurs de la droite”. Su originalidad radica en el hecho de que los valores de la derecha se habrían convertido en hegemónicos o cuando menos prevalentes también en una amplia capa de electores que se declaran de izquierdas.
Realizada sobre muestras en Francia, Alemania, Reino Unido e incluso Italia, esta investigación nos muestra:
1) Que el 39% se coloca a la derecha, mientras que el 27% a la izquierda (y el 20% en el centro); en Italia el porcentaje de la derecha es más alto y se coloca en el 44%.
2) Que estas cifras van en constante aumento desde hace cinco años. Por ejemplo, en Francia eran el 33% los que en 2017 se situaban en la derecha mientras que ahora son el 38%.
3) Que la inmigración es uno de los temas clave, si no el tema clave: el 60% de la muestra se declara favorable a cerrar el grifo a la inmigración, es decir, mucho más de ese 39% que se declara de derechas y que, dato aún más interesante: aparte de Italia, en los otros tres países los simpatizantes de la izquierda antiinmigración son más numerosos que los de izquierda pro inmigración.
4) Que el 74%, es decir, de nuevo un porcentaje mayor que el de quienes se declaran votantes de derechas, confía en las pequeñas y medianas empresas y no en las multinacionales.
5) Que el 76% no soporta el "ecologismo punitivo" antidesarrollo.
6) Que el 71% considera que el welfare es excesivamente tolerante con quienes podrían trabajar (inmigrantes incluidos).
Y por último, en cuanto a los jóvenes, el 41% de la franja de edad entre los 18 y los 24 años se sitúa a la derecha, el mismo porcentaje de los mayores de 65 años, mientras que el grupo de edad más a la "izquierda" es el de los 50 a los 64 años (entre estos, sólo el 36% se declara de derechas). Y, aún más interesante, la “derechización” de los jóvenes europeos no hace más que crecer en los últimos años, hasta el punto de que en Francia ahora el RN (Rassemblement National - Agrupación Nacional) de Marine Le Pen es el partido preferido por los franceses menores de 24 años.
La primera consideración es que se desmiente a quien pensaba que la pandemia habría desplazado a la izquierda el eje europeo. Los problemas planteados por el Año Revolucionario 2016 no se han resuelto todavía y la crisis del Covid los ha agravado. Al mismo tiempo, la reacción de los ciudadanos europeos ante la pandemia parece ser la de abrazar aún más los "valores" de la derecha, como lo demuestran, por otra parte, las elecciones municipales en España y en el Reino Unido. El haber inculcado en las mentes de los ciudadanos el miedo, como han hecho sobre todo los gobiernos de izquierdas, para imponer, con la excusa del Covid, sus políticas colectivistas y socialistas, parece haber producido el efecto contrario: los europeos quieren ley y orden, pero sobre todo dentro de sus propias fronteras.
La segunda consideración es que la “derechización” de los valores no significa que automáticamente quien hoy se declara de izquierdas mañana vote a la derecha: indica una tendencia hegemónica a completar con una propuesta política lo suficientemente sólida como para permanecer dentro de su propio espacio identitario, sin ceder en el plano de los valores, pero al mismo tiempo capaz de acoger también a los que votan a la izquierda, al menos para poner de manifiesto las contradicciones entre las consignas de los progresistas y las políticas que aplican.
El futuro más próximo pertenece a la derecha y a los conservadores, pero esto no se materializará si simplemente nos quedamos esperando en la orilla del río para ver pasar el cadáver de la izquierda.
© La Voce Del Patriota
Traducción: Cecilia Herrero
Comentarios