Después de haber sido durante mucho tiempo ferviente partidario del Partido Demócrata, Elon Musk se ha ido decantando cada vez más hacia la derecha desde hace unos dos años. En el mundo estadounidense de la alta tecnología, donde la mayoría de los ejecutivos votaron por Joe Biden en 2020, se trata de una postura cuanto menos sorprendente.
"Ofrezco todo mi apoyo al presidente Trump y espero su pronta recuperación", escribió en X (la red social de la que él mismo es propietario) unas horas después del atentado contra el expresidente estadounidense el pasado 13 de julio. Aunque desmintió los rumores sobre su contribución financiera a la próxima campaña del Trump, la cifra que había dado el Wall Street Journal había sido de una contribución de 45 millones de dólares al mes.
Otra prueba del compromiso de Musk contra las ideas progresistas es la entrevista que concedió a principios de esta semana a Jordan Peterson, la estrella del pensamiento conservador en EE. UU. En cicho programa, que dura casi dos horas y cuarto y ya ha sido visto más de 67 millones de veces en Internet, Elon Musk nos da una idea más clara de las razones de su giro ideológico.
El multimillonario hace, en efecto, algunas confidencias sobre la transición de género a la que se sometió uno de sus hijos, que ahora tiene 20 años, cuando aún era menor de edad, y al que los médicos administraron inhibidores de la pubertad previa autorización paterna. “Tuve que firmar documentos", confiesa Musk. “Me engañaron para que lo hiciera. (...) Hubo mucha confusión y me dijeron que mi hijo podría suicidarse".
Según USA Today, el adolescente en cuestión se llama ahora Vivian Jenna Wilson, y le cambiaron el sexo y el nombre a los 18 años. "Ya no vivo con él ni deseo tener relación alguna con mi padre biológico", escribió en su solicitud al Registro Civil de Santa Mónica, California, el 22 de junio de 2022. "Básicamente, he perdido a mi hijo", se lamenta ahora Musk. "Juré destruir el virus woke después de aquello. Y estamos progresando".
Ahora es más fácil entender por qué el multimillonario arremetió el 17 de junio contra una ley californiana destinada a prohibir que las escuelas notifiquen a los padres la orientación sexual de sus hijos sin su consentimiento. En respuesta, Musk anunció que pronto trasladaría la sede de dos de sus empresas actualmente radicadas en California, X y Space X, a Texas, estado republicano donde ya ha establecido la sede de su empresa automovilística Tesla.
© Le Causeur
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