Uno de los aspectos visibles de ese siniestro culto a la miseria, no ya mental siquiera, sino física, es la moda zarrapastrosa en la que se cultiva y exhibe lo destrozado.
No lo dicen tal cual, pero es esto lo que, por boca de un reportaje publicado por la revista 'Time', acaba de proclamar en Estados Unidos el conjunto del Establishment.
Al americano medio le ha quedado claro que el sistema está amañado