El delfín, el animal más juguetón, más inteligente, más bueno, más amigo del hombre… Y cada año los matan a mansalva, por cientos, en las danesas islas Feroe. Por el placer de matar, brutalmente, sin que importe ni su carne ni su (inexistente) fiereza. Sin que nuestro amigo tenga la menor posibilidad de defenderse y acometer, sin que haya por medio rito, celebración, símbolo…, sentido alguno.
La masacre de los delfines
Algo huele a podrido en Dinamarca
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