Para que luego digan de las bestias...
Quien tiene un león, tiene un tesoro
El león se llamaba Christian. Dos amigos lo criaron en su casa mientras fue cachorro. Cuando creció, tuvieron que devolverlo a la sabana. Un año después se les dio la oportunidad de volver a verlo. Les dijeron que el bicho no les reconocería. Sin embargo, Christian -o sea, el león- tuvo una reacción inesperada. Hay quien dice que esto es un camelo. Eso es porque hay gente que no ama la poesía. Pasen y vean.
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