Analizábamos anteayer el caso de Alemania, a cuyo respecto Maximilian Krah, parlamentario europeo y cabeza de lista en las próximas elecciones al parlamento de la UE, declaraba recientemente: “Después de décadas en las que la derecha ha sido excluida de la verdadera política, tenemos ahora la posibilidad de demostrar lo que sabemos hacer. ¡Aprovechémosla!!″.
Hoy nos toca hablar de Bulgaria, este otro país europeo al que desgraciadamente conocemos tan poco.
Siguiendo una tendencia que primero, en las elecciones italianas de 2018, vio a partidos antiglobalización de derechas y de izquierdas formar una coalición de gobierno, y luego, hace unos meses en Eslovaquia, vio a los socialistas antiliberales de Robert Fico unir fuerzas con los nacionalistas para derrotar a los liberales respaldados por Bruselas, son ahora los partidos antiliberales búlgaros de todo el espectro izquierda-derecha, cada vez más anticuado, quienes están dando pasos similares.
Esta semana, el Partido Socialista Búlgaro (PSB) —informa Euractiv— declaró su intención formal de coaligarse plenamente con partidos patrióticos de la izquierda y de la derecha nacional.
El Partido Socialista Búlgaro tiene actualmente el 10% de los escaños del parlamento búlgaro.
Por los comentarios hechos a la prensa por Kornelia Ninova, que dirige el Partido Socialista Búlgaro, parece que una oposición común a la postura de Bruselas sobre la guerra de Ucrania y a la ideología de género extremista está uniendo a partidos aparentemente disímiles.
El martes 28 de noviembre, Kornelia Ninova declaró al canal de televisión búlgaro BTV: "Nos oponemos a la bandera que el Partido Socialista Europeo (PSE) ha estado enarbolando en los últimos años para aplicar el Convenio de Estambul y reconocer como sexo social un tercer género que no tiene nada que ver con el sexo biológico. Tampoco estamos de acuerdo con que el Partido Socialista Europeoo declare sanciones contra Rusia por suministrar armas a Ucrania.
"Me alegro de la victoria de Robert Fico en Eslovaquia", declaró a los medios el líder del BSP, explicando que el "giro patriótico" del partido está en consonancia con los cambios que se están produciendo a nivel mundial.
Al igual que el partido SMER de Robert Fico, el BSP y sus aliados nacionalistas de izquierdas han sido calificados de "prorrusos" por la prensa liberal internacional. Tras la formación de su gobierno de coalición con el Partido Nacional Eslovaco (SNS), el partido SMER de Robert Fico fue suspendido por el Partido de los Socialistas Europeos.
"El péndulo oscila entre el liberalismo extremo y el otro extremo, el fascismo. Tenemos que detenerlo en el medio", continuó Kornellia Ninova.
El nuevo bloque nacionalista estará formado por 16 partidos que colaboraron con el BSP en las recientes elecciones locales celebradas a finales de octubre.
La naciente alianza, que incluye al partido nacional de derechas Ataka, alineado con la Iglesia Ortodoxa Búlgara y dirigido por Volen Siderov, se enfrentará a su primera prueba electoral en las próximas elecciones parlamentarias europeas de junio de 2024.
En la actualidad, parece que el partido Renacimiento Búlgaro, que tiene una orientación antiglobalización similar y ha disfrutado de un ascenso meteórico desde 2021, ha optado por quedarse fuera de la coalición nacionalista de izquierdas, al menos de momento. El partido, que es euroescéptico y ha pedido la retirada de Bulgaria de la OTAN, controla más del 15% de los escaños y es la tercera fuerza del parlamento búlgaro.
