EMC (Barcelona). En el documental de El Mundo-TV aparecen los testimonios de personas que han sufrido directamente la discriminación por motivo lingüístico, como Carmelo González, que llegó a realizar una huelga de hambre de 24 horas en la plaza de San Jaime, de Barcelona, para pedir que se cumpla la ley que permite escolarizar a su hija en castellano. También el profesor universitario Francisco Caja, que durante un tiempo tuvo que acudir escoltado a la Universidad de Barcelona por defender el bilingüismo y que los padres puedan escoger, entre el castellano y el catalán, la lengua de escolarización de sus hijos. También se da voz a los afectados por las “multas lingüísticas” que impone la Generalidad de Cataluña por no rotular los comercios de venta al público en catalán. Pero el video de Telemadrid no cuenta sólo con testimonios de damnificados por la imposición del catalán, sino también con partidarios de la marginación del castellano, como el actor Joel Joan, el periodista Miquel Calzada, el presidente de Òmnium Cultural Jordi Porta o la directora de la Biblioteca Nacional Rosa Regàs, entre otros.
Reacción en cadena
La reacción de los nacionalistas, explícitos o implícitos, ha sido unánimemente hostil. El independentista Joan Ridao, portavoz de Esquerra, ha exigido al Gobierno autonómico catalán que estudie “la posibilidad de los recursos de jurisdicción ordinaria”, en nombre del sistema legal “de protección del honor y la buena imagen”, para actuar contra Telemadrid. Ridao, para quien ese documental “tergiversa y manipula la realidad”, exige a Telemadrid una rectificación y, por exigir, reclama incluso que el Ministerio de Industria, competente en materia de telecomunicaciones, intervenga en el asunto. Ridao responsabiliza de todo al PP, al que acusa de dar “una vuelta más de tuerca en su estrategia de confrontación por intereses electorales, sin importarle que haya un enfrentamiento entre territorios o ciudadanos”. Para Ridao, lo que está discriminado en Cataluña es el catalán.
¿Qué dice el Gobierno catalán? Para el consejero de Relaciones Institucionales del Gobierno catalán, el comunista Joan Saura, todo es una “nueva batalla” del PP en contra de Cataluña. Saura tildó al reportaje de “falsedad” y “manipulación” que “no tiene nada que ver con lo que pasa en Cataluña”, y calificó la actitud de Telemadrid como “inadmisible, denunciable e irresponsable”. Para Joan Saura, que reafirmó la política lingüística catalana, el documental de Telemadrid “hiere a los ciudadanos de Cataluña, tanto a los que hablan catalán como castellano”. Asimismo, la consejera de Justicia de la Generalidad, Montserrat Tura, ha señalado que Telemadrid es “un medio público que no puede dar una visión muy tergiversada de las cosas” y ha añadido que “España tiene que entender de una vez que la riqueza lingüística de España es una riqueza en positivo y no en negativo”. Tampoco Tura ha entrado a discutir los contenidos del documental.
Por su parte, la también nacionalista Convergencia i Unió ha reclamado “un pronunciamiento” del Gobierno catalán y que pida explicaciones a Telemadrid. Su diputado Josep María Pelegrí amplió la petición de explicaciones al PP catalán y a la FORTA, organismo que agrupa a las cadenas autonómicas. Igualmente solicitó que el Consejo de lo Audiovisual de Cataluña (CAC) emita un informe al respecto. Pelegrí subrayó que “si la comunidad de Madrid tuviera un CAC no hubiera permitido su emisión”. Para el diputado nacionalista, dado que el presidente catalán, Montilla, es miembro del PSOE, este partido debe también pedir explicaciones en la cadena autonómica sobre por qué se ha emitido el documental.
El PSOE no se ha hecho de rogar. Dicho y hecho: los sindicatos de izquierda en Telemadrid, CC.OO. y UGT, que gozan de una posición de enorme poder desde los tiempos en que el PSOE presidía la Comunidad y que se han distinguido por desestabilizar el funcionamiento de la cadena durante esta legislatura, se han apresurado a subrayar que ningún trabajador de Telemadrid ha participado en ese reportaje y han emitido un comunicado en el que acusan a los directivos del canal autonómico de fomentar “el odio entre los ciudadanos”, en “una muestra más de la utilización partidista y sesgada de un medio de comunicación público”. Llamativamente, el comité de empresa de Telemadrid elude pronunciarse sobre si el relato del documental es veraz o no.
La única voz discrepante ha sido la del presidente de Ciudadanos por Cataluña, Albert Rivera, para el cual “más allá del tono o las formas” del documental, “la realidad es que no se puede inscribir en castellano a ningún niño en ninguna escuela catalana” porque “no existe la casilla” que ofrezca tal opción en los formularios de preinscripción escolar. “Telemadrid –dice Rivera- hace una versión propia de la situación catalana más o menos objetiva” y “más o menos exagerada”, pero “los casos reales” de discriminación de castellanohablantes en Cataluña “ocurren sin duda”.
Embajada en peligro
Las reacciones entre los medios de comunicación del “oasis” también han sido unánimes. La Vanguardia, por ejemplo, editorializa que el documental “falta a la verdad” y es una “manipulación torticera de la realidad”. Oportunamente, el periódico recuerda que este incidente se produce quince días antes de que una “embajada cultural” de la Comunidad de Madrid, capitaneada por Esperanza Aguirre, visite Cataluña.
Este último aspecto del asunto ha llevado a intervenir al consejero de Cultura y Deportes de la Comunidad de Madrid, el catalán Santiago Fisas, según el cual el trabajo de Telemadrid “de ninguna forma refleja la realidad de la situación en Cataluña”. Fisas dice que "el tema de la lengua es delicado. Se puede hablar de todo, pero hay temas que tienen que ser tratados con sensibilidad y con rigor". Por lo demás, Fisas aprovecha para arrimar el ascua a su sardina: “Una cosa es Telemadrid y otra el gobierno de Madrid. Que haya pasado algo así demuestra la independencia del medio". El consejero catalán del Gobierno madrileño añade que en la televisión pública catalana también se han producido actuaciones "discutibles" y, sin embargo, nadie ha pedido responsabilidades a la Generalidad: "Es justo que sea así, y pedimos el mismo trato". Una posición parecida ha expuesto el presidente del Partido Popular en Cataluña, Josep Piqué, que considera que el documental despierta “polémicas inexistentes”, pero subraya que "no resistiría la comparación" con ciertos programas mucho más polémicos de TV-3, la televisión pública catalana.
Significativamente, ninguna de las críticas al documental de Telemadrid ha podido discutir la veracidad de su contenido.
Vea el reportaje aquí: http://www.youtube.com/watch?v=UB9DehZYEAw
Pinche aquí para ver el artículo de Javier Ruiz Portella ¡Visca Catalunya!
