Gordas  y feas de todos los países, ¡uníos!

Prosigue el combate feísta contra la belleza.

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Beatriz Gimeno (Podemos), directora del Instituto de la Mujer dependiente del Ministerio de Igualdad de la esbelta Irene Montero (otras virtudes no tendrá, pero gorda no lo es), ha declarado recientemente que “es urgente atajar la discriminación estética” de la gordura. Entiéndase: la discriminación de la que es víctima la gordura.

Dichas declaraciones fueron efectuadas en el marco del curso “El feminismo después de la pandemia” (¿considerarán, pues, que la pandemia ya se ha acabado?), organizado por el Instituto de la Mujer y el Centro de Estudios de Género de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). En dicho curso, la alto cargo (¿o carga?) del Ministerio de Igualdad contestó a la siguiente pregunta: “¿Para cuándo una Ley contra la Discriminación Aspectista [sic] para acabar con la violencia estética, sobre todo por razones del peso?”. Y ello con el fin de llegar a “la total aceptación de las corporalidades diversas [resic] al igual que ya se ha hecho con las diversidades sexuales”.

Sin reírse y aceptando los presupuestos de tal majadería, la dirigente igualitarista afirmó la importancia de resolver dicha cuestión, aunque “ahora mismo —añadió— no sabría decir de qué manera”. Beatriz Gimeno precisó también que, “por ejemplo, la Ley de Igualdad de Trato, que el presidente Pedro Sánchez anunció el otro día, incorpora cuestiones sobre la discriminación por cuestiones estéticas”. Lo más importante —enfatizó— sería, en todo caso, evitar que a la gente gorda no se la contrate por su aspecto. Sin embargo, cuando decía “gente gorda” lo que quería decir era “mujeres gordas”, pues en ningún momento fue cuestión de los gordos. Afortunadamente, dicho sea de paso.

En cualquier caso, es evidente que el Ministerio de Igualdad no parece haberse enterado de que la obesidad constituye una patología que puede acarrear graves consecuencias. Tal vez sea por ello por lo que, según noticias llegadas a nuestra Redacción, tanto la titular del Ministerio como su pareja sentimental van a emprender próximamente una rigurosa cura de engordamiento destinada a conseguir que sus cuerpos estén más acordes con la imagen promovida por el Ministerio.

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