Sánchez ha conseguido reunir una mayoría absolutísima que le permitirá mantenerse en el poder. Y esto, desengáñense, es el objetivo de la política (y el de todos los políticos).
No se puede defender la libertad, la patria, la justicia y la honra de un modo que no sea encendido, vibrante y enérgico. No se puede moderar la necesaria exaltación revolucionaria.