Una cosa es el desaparecido arte
popular, y otra "popularizar el arte"
¿Popularizar el arte?
Hace unos meses, El País digital recogió unas declaraciones de Brian McMaster, presidente del National Opera Studio del Reino Unido y ex director del Festival de Edimburgo, sobre la importancia de despojar a la ópera de prejuicios vetustos y elitistas para que ésta pueda ser disfrutada "por el vulgo". El artículo reflejaba la voluntad de propagar la ópera a un público más extenso mediante las posibilidades que brindan las nuevas tecnologías (retransmisiones por cable, Internet y sus redes sociales…), un anhelo comprensible cuando la legitimidad del arte parece ser conferida por lo popular.