Los mismos que asesinaron a José Antonio Primo de Rivera el 20 de noviembre de 1936 se disponen a profanar su tumba el próximo lunes, 24 de abril de 2023, ¡ochenta y siete años, casi un siglo después!
El odio y nada más que el odio —un odio oscuro, visceral, cainita— les mueve.
Todo lo que hay que decir en semejante ocasión, Santiago Abascal lo dice con meridiana concisión y diamantina claridad en el video que seguidamente reproducimos.
Nada más tenemos, por nuestra parte, que añadir.
Sólo recordar las palabra que, poco antes de ser asesinado, José Antonio dejó plasmadas en su testamento:
«¡Ojalá fuera la mía la última sangre
española que se vertiera en discordias civiles!»
Recordemos tales palabras con el mismo ánimo aguerrido con el que las escribió él. Recordémoslas lanzando el vigoroso grito que unos pobres miserables jamás podrán borrar:
¡JOSÉ ANTONIO PRIMO DE RIVERA!
¡PRESENTE!
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