En estos días, las noticias más visitadas por los lectores de los diarios nacionales en Internet (ese ránking/retrato de los exclusivos gustos de los españoles) son la foto de Shakira y Piqué junto a unos amigos, el beso de Eva Longoria y Eduardo Cruz (hermano de Penélope), y que la misma Penélope y su marido Javier Bardem van a llamarle Leo a su recién nacido hijo.
Ni el paro, ni la economía, ni el Faisán, ni esa cosa nueva de los terroristas (Sortu se llama, qué bonito), ni la situación en Egipto y en todo Oriente Próximo, ni la selva autonómica, ni nada de lo que supuestamente más preocupa a los españoles (según las encuestas lo primero, y a gran distancia del resto, el paro y la economía) aparece entre los más buscado por los internautas, palabra que a uno le suena tan hortera como llamarles vianautas a los conductores, o marnautas a los marineros, por ejemplo.
En fin, que en España de trabajo y de seriedad y de otras cosas nos mostramos famélicos, pero, en cambio, de necedad y horterismo estamos bien gordos. Somos horteras y además imbéciles (uno el primero), y entre averiguar quién ordenó el chivatazo a la ETA y cotillear como se morrean ¿el hermano de Penélope Cruz? y la desesperada Longoria, que no está mal pero notablemente más bellas las ve uno a pares a diario por la calle, nos decidimos por esto último.
A uno, de pequeñito (cómo dice la ministra Pajín que era cuando lo de los GAL) le enseñaron en el colegio que hay animales carnívoros y herbívoros. Y luego está el hombre que es omnívoro, o sea, que come de todo. ¿Quién iba a pensar que aquella primerísima enseñanza iba a encerrar tanta verdad? Se les olvidó mencionar a los carroñeros que, aun dentro de los carnívoros, son especies con personalidad propia y amplio desarrollo entre nosotros los omnidiotas.
Y luego uno se queja de lo que cobran determinados personajes que hablan en los medios de Longorias y cosas muchísimo peores. Nada, nada. La demanda es lo que vale y lo que nos gusta de verdad son las chorradas a mansalva para llenar un vacío cada vez más profundo. Algo muy grave esta sucediendo. Y no se crean que es cosa aburrida, no, que uno ya se trata de reciclar y no habla de valores perdidos ni tonterías semejantes, sino de que Operación Triunfo, otra de las noticias preferidas, ya no lo ve ni el Tato, que no se sabe quién es pero tampoco importa.
El circo de la jauría mediática
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