¿Corregirá ZP el rumbo de la pasada legislatura?
ETA quiere forzar a Zapatero a negociar otra vez
elmanifiesto.com
19 de abril de 2008
ETA ha vuelto a atentar. De nuevo, como el último día de la campaña electoral cuando asesinó a Isaías Carrasco, el objetivo han sido los socialistas vascos. En esta ocasión han hecho estallar una bomba en la sede de una Casa del Pueblo de Bilbao. Siete policías vascos han resultado heridos leves. No hay atentado de la banda terrorista que no tenga una intención política. ETA siempre hace política, la hace con las armas, con el terror.
F.H./PAGINASDIGITAL.ES
El nuevo golpe de los terroristas se produce el mismo día en el que los portavoces parlamentarios del PSOE y del PP se han reunido para buscar nuevos acuerdos y horas después de que el Rey Don Juan Carlos, en la solemne apertura de la legislatura, haya pedido consenso entre los partidos políticos para luchar contra el terrorismo. Después de que Zapatero explorara la vía de un fin negociado de la violencia, admitiendo la posibilidad de hacer cesiones políticas a los violentos y rompiendo con los principios del Pacto Antiterrorista que él mismo impulsó, parece que hay alguna posibilidad de que el presidente del Gobierno corrija el rumbo.
En el debate de investidura admitió que había cometido errores y el portavoz parlamentario del PSOE, su amigo José Antonio Alonso, volvió a utilizar la expresión que estaba incluida en ese Pacto Antiterrorista: “es necesario derrotar a ETA”. En realidad el gran interrogante de la legislatura es si Zapatero va a volver a la única política terrorista que ha dado algún fruto hasta el momento –la de lucha policial y aislamiento social- o si intentará de nuevo un acuerdo con los violentos, que ya le han engañado en una ocasión.
Este atentado y los que vendrán quieren forzar al presidente del Gobierno a que se siente de nuevo en la mesa de negociación. Los terroristas golpean en la parte más débil: en los socialistas vascos, que han incrementado considerablemente sus votos a costa de los nacionalistas vascos porque han alimentado la expectativa de un fin dialogado de la violencia. No hay que olvidar que una parte de la sociedad vasca apuesta por la negociación con los terroristas.
En esta difícil encrucijada es decisivo, como lo fue en la pasada legislatura, el papel de la sociedad civil, de esa sociedad que no está dispuesta a una paz sin justicia, que no quiere ceder frente a los terroristas. Es esa sociedad civil la que puede obligar al PP y al PSOE a recuperar el diálogo, el acuerdo en materia terrorista.
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