¿Por qué ha matado ETA dos días antes de las elecciones? La opinión mayoritaria de los expertos es que ETA ha querido mandar un mensaje a la sociedad española: "O se vuelve a negociar, o seguiremos matando". Dado que el PP ya ha dicho que no negociará, ese mensaje puede interpretarse así: "O gana el PSOE, o seguiremos matando". Esa es también la razón de que la víctima sea un ex concejal del PSOE: cualquier otra cosa habría podido empujar al voto en distinta dirección. Es imposible no recordar el 11-M.
¿ETA, derrotada? Zapatero en Matrix
Dos terroristas, con toda probabilidad de ETA, han asesinado al ex concejal del PSE-PSOE Isaías Carrasco, de 43 años, junto al portal de su vivienda en Mondragón-Arrasate (Guipúzcoa). El atentado tuvo lugar hacia las 13.30 a la altura del número 6 de la calle Navas de Tolosa, en el barrio de San Andrés. El etarra disparó tres veces en la nuca a Carrasco, de 43 años, que no llevaba escolta por decisión propia. Una de sus hijas pudo ver cómo el atacante huía. El ex concejal fue trasladado al Hospital de Mondragón, donde falleció poco después. En el Ayuntamiento de Mondragón gobierna el partido pro etarra ANV, legalizado parcialmente por el Gobierno Zapatero.
Fuentes cercanas a la lucha antiterrorista, consultadas por Elmanifiesto.com, aseguran que ETA ha tratado de enviar un nítido mensaje a la sociedad española: “O se vuelve a la negociación política, o seguiremos matando”. Para estas fuentes, los actos de ETA no deben interpretarse desde un punto de vista político, sino en la lógica brutal y retorcida de una organización criminal. Y en un contexto pre-electoral, el gesto debe interpretarse como un chantaje, “una forma de influir a la sociedad para que vote al PSOE”, aseguran esas fuentes. “Dado que el PP ya ha dicho que no va a negociar y que Zapatero se ha cuidado mucho de descartar futuras negociaciones –arguyen nuestras fuentes-, la única manera de volver a negociar es precisamente una victoria del PSOE”.
¿Y negociará el PSOE después de que hayan asesinado a uno de los suyos? Para las fuentes consultadas, la víctima ha sido escogida precisamente por su militancia socialista. “Asesinar a un guardia civil o a un concejal del PP habría podido provocar movimientos pendulares en sentido inverso: una ola de indignación que empujara a la gente a votar al PP, por reacción contra el Gobierno. Por el contrario, una víctima socialista cumple una doble función: advierte a la sociedad en general y advierte a los socialistas en particular”. Se trataría, una vez más, de matar para utilizar el miedo y el deseo de paz.
Estas mismas fuentes comparan la situación creada por el asesinato de Isaías Carrasco con la que crearon los atentados del 11-M en las elecciones anteriores: “La metodología es la misma, pero en distinta dirección. En ambos casos se trata de influir en la sociedad y orientar su voto mediante un shock violento. En el 11-M se trataba de derribar a un Gobierno, y la oposición se apresuró a aprovechar el crimen en beneficio propio. En este caso se trata de chantajear a un Gobierno, y es dudoso que la oposición vaya a echarse a la calle para utilizar el asesinato”. En todo caso –aseguran a Elmanifiesto.com-, “los crímenes del 11-M demostraron que la sociedad española es muy vulnerable y que prefiere antes soluciones de compromiso y apaciguamiento que soluciones de firmeza. Tanto hoy como después del 11-M, las soluciones de firmeza se habrían traducido en un voto al PP; por el contrario, las soluciones de apaciguamiento pasan por un voto al PSOE”.
Comunicado de la Fundación Gregorio Ordóñez
Por otro lado, pocos minutos después del atentado la Fundación Gregorio Ordóñez emitía un comunicado firmado por su presidenta, Ana Iríbar, que por su interés reproducimos en su integridad:
“Podíamos haber sido cualquiera una vez más. Debo ser más precisa: Cualquier ciudadano demócrata y comprometido con el estado de derecho. Ha sido Isaías Carrasco, una víctima más para engrosar la desgraciada lista de víctimas del terrorismo en este país. Y sin querer, a la vez que nos dolemos, a la vez que intentamos ahogar nuestras lágrimas y nuestra rabia, es inevitable pensar en que el domingo hay elecciones. Inevitable. Y necesario recordar al ciudadano que ETA nunca puede determinar un resultado electoral. Ni ETA ni ninguna otra organización terrorista. Los ciudadanos españoles llevamos ya cuatro décadas conviviendo con el terrorismo, especialmente en el País Vasco. Algunas conocemos ya muy de cerca el significado de un atentado, sabemos el dolor que acompaña desde entonces a familiares, a amigos, a compañeros de la víctima. Sabemos que para la familia todo será diferente el día después. Sin embargo, escuchamos a nuestros gobernantes las mismas palabras una y otra vez, palabras para condenar el atentado, un mismo formulario para exigir fortaleza democrática, unidad para combatir el terrorismo. Pero todo será diferente para los hijos, la viuda, la madre de la víctima el día después. Nos repetirán que ETA no dirige la agenda política del país. Nos dirán que ETA está derrotada. Hoy la única derrotada es la familia de Isaías, y su dolor debe animar nuestra solidaridad.Para terminar, la Fundación Gregorio Ordóñez anima a todos los ciudadanos españoles a que acudan, masivamente, a todos los actos que se convoquen en repulsa del atentado terrorista y en solidaridad con Isaias Carrasco”.
Comunicado de DENAES
Por su parte, la Fundación para la Defensa de la Nación Española emitía otro comunicado que igualmente reproducimos:
“Hoy, el terror separatista ha vuelto a matar. Y lo ha hecho otra vez en esa parte de España tan castigada, tan engañada, tan profundamente marcada por la mentira como es el País Vasco. A la vieja usanza: por la espalda. Desde la Fundación DENAES para la Defensa de la Nación Española queremos, en primer lugar, manifestar nuestra más profunda condena a tan vil atentado terrorista y enviar nuestro más sentido pésame a la familia del ex concejal del PSE Isaías Carrasco.
La Fundación DENAES sigue insistiendo en que no cabe ni cabrá jamás negociación alguna con la banda terrorista, sino que la única opción posible es su definitiva y total derrota por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Con todos los sobrados mecanismos que ofrece la Ley y el Estado de derecho.
Al mismo tiempo requerimos al Gobierno de España, a todos los partidos políticos –sin excepción- y a la sociedad civil para, más allá del juego político y la oportunidad electoral, concebir y denunciar públicamente este nuevo asesinato como lo que realmente es: la prueba de que no hablamos de un terror o violencia abstractos, sino de un calculado plan secesionista que busca a toda costa destruir España y a quien sea o haya sido alguno sus legítimos representantes.
Hoy han asesinado uno de estos últimos y la Fundación DENAES no puede menos que insistir en algo fácil y a menudo premeditadamente olvidable: que su sangre no se ha vertido por ninguna sociedad, partido, color o idea política. Lo ha hecho, como siempre, por España”.