Aquí se juegan nuestro futuro, amigo

Casa Blanca 2008: el efecto Iraq revuelve a los candidatos

Preferiría hablar de reforma de la sanidad o de inmigración, para deshuesar los proyectos que tienen preparados sobre estas cuestiones. Pero para los candidatos a la Casa Blanca en 2008, las audiencias de estos días en el Congreso sobre el futuro de Irak han confirmado sus mayores temores: los Estados Unidos el año que viene, como ya sucedió en 2004, irán a votar con el ejército aún inmerso en una guerra, y la cuestión iraquí dominará de nuevo el debate.

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MARCO BARDAZZI
 
El 20 de enero de 2009, cuando George W. Bush abandone el Despacho Oval y uno de los hoy candidatos ocupe su puesto, todos se preguntan con qué herencia se encontrará entre manos. Los acontecimientos de los últimos días y el anuncio a la nación que Bush se apresuró a dar el jueves por la noche, ha hecho que todos tomen posiciones.
 
El demócrata Barak Obama, en Iowa, el Estado del que le llegaron los primeros votos para su nominación, se ha anticipado a sus adversarios al presentar un plan que tiene en cuenta los escenarios sobre los que ha llamado la atención del Congreso el general David Petraeus. “Estoy aquí –ha dicho el senador negro a los electores- para deciros que debemos empezar ya a poner fin a esta guerra”. Su plan prevé la retirada de todas las tropas norteamericanas de Irak antes del fin de 2008 y refleja cómo los plazos se están retrasando: hasta ahora, el plan de Obama era tener los soldados en casa antes de marzo próximo.
 
Interrogatorio en el Senado
 
Cuatro candidatos demócratas (Obama, Hillary Clinton, Joe Biden y Chris Dodd) y uno republicano (John McCain) tuvieron el martes la ocasión de preguntar directamente a Petraeus gracias a su status de senadores. Y era también la ocasión, para todos ellos, de definir sus respectivas posiciones.
 
Clinton, que nunca ha renegado oficialmente del voto con el que se dio vía libre a la guerra en 2002, ha sido dura en sus preguntas al general y al embajador americano en Bagdad, Ryan Crocker. La senadora que lidera los sondeos de las presidenciales se ha declarado “incrédula” frente al escenario descrito por Petraeus como un éxito sustancial de la estrategia. Obama, a su vez, ha acusado a la administración Bush de haber “rebajado tanto el listón del éxito, hasta el punto de considerar como tal lo que sólo son modestas mejoras en una situación que sigue siendo caótica. ¿En qué punto diremos “basta”?
 
En la otra parte, el senador McCain ha aprovechado la ocasión para intentar relanzar su coja campaña. Entre todos los republicanos, McCain es el que ha apostado más fuerte por el éxito de la guerra en Irak y ha salido de gira hacia tres Estados clave para las elecciones (Iowa, New Hampshire y Carolina del Sur) a bordo de un autobús con un gigantesco lema impreso: “No surrender” (Sin rendición). “No podemos elegir la derrota en Irak”, ha gritado el veterano del Vietnam McCain en el aula del Senado, sosteniendo que, con el esmero de Petraeus, la estrategia americana por fin está funcionando, “después de los errores clamorosos cometidos por el ministro de Defensa Rumsfeld, que por fin ya no está en el Pentágono”.
 
(www.paginasdigital.es)

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