Nunca viene mal ponerse un poco disidente

La verdadera amenaza nuclear son los Estados Unidos

Las cosas son como son: en la Historia de la humanidad, sólo un país ha utilizado armas nucleares contra poblaciones civiles; en la actualidad, sólo un país sigue aumentando sin cesar su arsenal nuclear. Ese país no es Irán, ni Pakistán, ni Rusia, ni China, ni Corea del Norte, sino los Estados Unidos de América: el único país que se atribuye el derecho a usar las armas contra aquel a quien considera una amenaza, y cuya capacidad para identificar dónde están realmente las amenazas ha quedado bastante en entredicho. Un conocido polemista de la izquierda norteamericana, Anthony Gregory, escribía hace pocos días para LewRockwell.com un artículo discutible, pero que hace pensar. Helo aquí.

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ANTHONY GREGORY

Muchos americanos, incluso miembros del Cuerpo de Paz iraquí, están de acuerdo en afirmar que el gobierno de los Estados Unidos debería hacer algo con Irán. Aquellos que no están a favor de los bombardeos e invasiones terrestres, sí defienden que se sancione a Irán duramente. Pero esta medida es demasiado coercitiva, es comenzar una guerra. Optar por el bloqueo es también un acto de guerra, según se viene considerando desde hace tiempo.

La razón de todo esto es el miedo, el miedo a que Irán tenga armas nucleares que los terroristas islamistas puedan utilizar contra este país o sus aliados. Según Estados Unidos, el régimen iraní es uno de los peores de la historia de la humanidad. Su maldad alcanza por momentos los niveles del Tercer Reich. Es la cabeza visible del terror, el centro de acción desde el cual los enemigos de Estados Unidos planean los ataques. Miente sobre sus ambiciones nucleares, mete su nariz en la comunidad internacional…

La verdadera amenaza

Sin embargo, todas estas ideas ya las habíamos escuchado antes. Forman parte de la misma propaganda que se escuchó hace cinco años, sólo que entonces el país no se llamaba Irán, sino Iraq. Irán no tiene armas nucleares, y, en el caso de que tuvieran, ¿por qué tiene que intervenir Estados Unidos? ¿Acaso este país no tiene también armas nucleares? Si no es bueno que un país tenga armas, tampoco debería serlo que las tuviera otro. Pero nadie habla de la verdadera amenaza nuclear, y si se hace, no se le presta demasiada atención.

Esta amenaza es Estados Unidos, un país que tiene cientos de armas nucleares, pero que se preocupa porque Irán consiga una o dos. Sin embargo, sólo un gobierno las ha utilizado contra los civiles, precisamente el mismo que continúa manteniendo y modernizando su enorme arsenal y que se alza con el derecho de usarlas preventivamente contra otras naciones que considera una amenaza. Pero es que, además, este país posee un pésimo record en determinar lo que constituye una amenaza. Es más, estás armas demoníacas se financian con el dinero de los impuestos de los americanos. ¿Por qué nadie clama al cielo por todo esto?

No hace falta tener mucha imaginación para darse cuenta del problema que suponen la gran cantidad de armas de Estados Unidos. Un pequeño accidente puede provocar una devastación nuclear e incluso la guerra. Casi ocurre una vez. El holocausto atómico se puede desencadenar con tan poco como la elección de un presidente poco cuerdo.

El altísimo número de armas nucleares es un problema urgente y grave como no hay otro. Los ecologistas hablan sobre las emisiones contaminantes, los conservadores piden mayor número de hijos… Sin embargo, si prestaran atención a estos cientos de armas cuya única misión es matar y destruir a una escala hasta ahora desconocida, tal vez cambiaran el orden de sus prioridades. En Norteamérica, los conservadores intentan demostrar la necesidad de poseer un número de explosivos tan alto que permita volar la tierra, mientras el objetivo de los liberales es demostrar la importancia de controlar las armas.

Una cabeza nuclear no es equiparable a una pistola. Con una pistola puedes matar inocentes, sí, pero también puedes defenderte sin infligir daños colaterales. Pero la cabeza nuclear no se puede dirigir a un objetivo. Se han creado para la atrocidad. Por eso no podemos compararla tampoco con una granada, un tanque o con un misil antiaéreo. El mundo entero es un rehén del arsenal estadounidense. Por este motivo otros países han buscado el medio de obtener armas de destrucción masiva. Si un país no tiene este tipo de armas, se le trata como se ha hecho con Iraq. Si tiene alguna, se utiliza la diplomacia. De hecho, durante la era nuclear, el gobierno estadounidense sólo ha luchado contra países que no podían devolver sus golpes y cuyos únicos recursos eran el terrorismo y la guerra de cuarta generación.

El debate sobre el sistema de defensa americano ha durado décadas. Pero, ¿cómo defenderse de los misiles norteamericanos? Bush y Putin hablaron sobre un escudo de misiles para protegerse de los iraníes. Pero Moscú, comprensivamente, terminó sintiéndose más amenazados por los Estados Unidos que por Irán, puesto que ha sido Washington el que ha intimidado a Rusia con su interceptor de misiles en Europa del Este y mediante la realización de pruebas nucleares.

Estados Unidos es culpable de introducir las armas nucleares en el mundo. Franklin Roosevelt introdujo esta tecnología y después Harry Truman la guerra nuclear. Estas armas jamás se hubieran desarrollado sin los millones de dólares de los ciudadanos americanos. Son un producto del socialismo. Estados Unidos se ha encargado de que proliferaran y ahora están por todas partes.

El problema iraní

Volviendo al tema de Irán es importante señalar que los Estados Unidos han manifestado su deseo de que el régimen iraní cambiara. Este es el verdadero motivo por el que los “neocon” quieren la guerra, y no un supuesto miedo del terrorismo islámico con armas de destrucción masiva. Al antiguo inspector de armas de Naciones Unidas, Scott Ritter (famoso por su acierto respecto a las armas en Iraq), se le preguntó si creía que el desarme nuclear era una excusa, a lo que respondió: “sí, lo creo. La administración Bush ha dejado claro que, cuando se trata del Medio Oriente, la política a seguir es la transformación regional”. En cuanto a las armas, Ritter dijo:

“Hoy día el gobierno sabe que Irán no desear poseer un amplio abanico de armas nucleares. Cuando oyes a alguien decir que Irán está a diez años de adquirir estas armas, esto significa que están a cero ahora mismo, porque diez años es el tiempo que se necesita para desarrollar la tecnología, desarrollar las estructuras…”.

Estados Unidos ha realizado pruebas para utilizar las armas nucleares contra Irán. Y lo ha hecho sin tener en cuenta las propuestas de paz iraníes y sin siquiera intentar poner en práctica la diplomacia. Ni siquiera ha aceptado la oferta iraní de combatir de forma conjunta contra Al Qaeda. Es más, ha demonizado al pueblo iraní, el mismo pueblo que salió a la calle con velas para mostrar su solidaridad con las víctimas del 11-S, y quienes han perdonado a Estados Unidos a pesar de su legado: la reposición del totalitario Sha, las lecciones a sus pupilos sobre cómo torturar y aterrorizar a la población civil y esponsorizar la invasión de su país por Sadam Hussein. El antiguo oficial de la CIA Philip Giraldi dijo en agosto del 2005 que “a Irán se le ha tendido una trampa que puede terminar con un ataque nuclear no provocado”. Recientemente le dijo a Scott Horton que creía que el objetivo de utilizar armas nucleares era doble: destruir las presuntas facilidades iraníes para las armas nucleares y sembrar el miedo de las represalias.

Exceptuando al heroico Ron Pau, el único republicano disidente, y a Mike Gravel y Dennis Kucinich, los únicos disidentes demócratas, los otros candidatos presidenciales de las mayores fuerzas políticas mantienen la guerra nuclear no provocada sobre el tapete. Sin embargo Irán no está amenazando a los Estados Unidos de ninguna manera, mientras que los Estados Unidos sí están amenazando a Irán con la destrucción. Esta es la única amenaza nuclear real en estos momentos. Si pretendemos hacer del mundo un lugar más seguro, desarmar a los Estados Unidos sería uno de los primeros pasos a tomar. Otro paso importante sería que el pueblo americano pidiese a sus dirigentes que dejasen de amenazar a los iraquíes o a otros con la guerra nuclear.

Algunos dirán que América no puede bajar la guardia mientras el mundo sea un lugar peligroso. Sin embargo, las cabezas nucleares estadounidenses no convierten el mundo en un lugar más seguro. Sólo han envalentonado al imperialismo de este país para que se imponga a todo el mundo. Sólo llevan a la sospecha, al miedo, al odio, a la violencia y al terrorismo. Si nos atacaran terroristas o un estado extranjero, estas municiones apocalípticas se podrían utilizar para matar por miles o millones. ¿Qué tipo de defensa es ésta?

Incondicionalmente, unilateralmente: el desarme es la única respuesta. Idealmente, ningún estado debería tener tales armas, pero la guerra en el nombre del desarme de países extranjeros es una fórmula que lleva a la salvaje agresión internacional. Estados Unidos debería comenzar por desarmarse a sí mismo si realmente tiene interés en crear un mundo más seguro. El resto de los países estarán más dispuestos a hacer lo mismo cuando comprueben que el único estado que ha realizado terrorismo nuclear ya no es una amenaza.

(LewRockwell.com)

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