1.- La acción terrorista de Hamás contra civiles israelíes puede haber utilizado medios modernos (drones, parapentes), pero forma parte de
Un modus operandi clásico en el mundo árabe-musulmán, el 'rezzou', el saqueo y secuestro de mujeres y niños
un modus operandi clásico en el mundo árabe-musulmán, el rezzou, el saqueo y secuestro de mujeres y niños. Desde las batallas del Profeta hasta las incursiones de los tuaregs y los piratas bárbaros, nada ha cambiado en el trato horroroso que los malhechores infligen a las poblaciones atacadas.
2.- Las declaraciones complacientes de La France Insoumise [LFI: el partido de extrema izquierda de Jean-Luc Mélenchon. N. del Trad.], negándose a condenar claramente una acción terrorista a gran escala, han conmocionado y sorprendido menos comprensiblemente. LFI está siguiendo a su base electoral, que se encuentra en los suburbios de inmigrantes que, en general, apoyan a Hamás, al igual que la "calle árabe" lo hace en todo el mundo. Quienes han fomentado o tolerado (el CRIF, el PS, LR, etc.) la llegada de un número cada vez mayor de inmigrantes no están hoy en condiciones de quejarse: son ellos quienes han dado a la extrema izquierda una poderosa base electoral. Y todo esto es algo que se viene teorizando desde hace más de veinte años.
3.- La verdadera cuestión hoy es cómo evitar tener, con la “banlieue” Seine-Saint-Denis (236 km2), una Franja de Gaza (360 km2) en las afueras de París. Recordemos que es poco probable que el 73 por ciento de los recién nacidos de la región parisina sean de origen europeo, ya que se les somete a pruebas de detección de la depranocitosis, de la cual son portadores.
4.- Por consiguiente, el principio de precaución más elemental debería llevarnos a detener toda nueva inmigración y a emprender una política de erradicación de las bandas de delincuentes. Ello supone recuperar el poder sobre los jueces (que es lo que intenta hacer, por su parte, el gobierno israelí).
5.- Durante los atentados del Bataclan y de Niza, la opinión pública francesa fue moldeada por la propaganda en torno a una doble respuesta: "No a las amalgamas" y "No tendréis mi odio". Los que se negaron a seguir el juego fueron perseguidos y censurados. Los israelíes no son tan tímidos, y con razón. Pero es difícil ver por qué no deberían anularse ciertas prohibiciones ideológicas en Francia antes de que sea demasiado tarde.
6.- La respuesta israelí tiene un nombre: el uso de la fuerza. Es normal, es la ultima ratio de las naciones.
Sin esperar a encontrarse en una situación crítica, las naciones europeas deberían utilizar inmediatamente una fuerza proporcionada para detener la invasión migratoria. Es mejor eliminar las redes de contrabando, abordar los barcos y expulsar a los indeseables hoy que tener que bombardear edificios mañana.
7.- Estas consideraciones no deben impedirnos interrogarnos sobre lo que llamamos Occidente, una entidad geopolítica en la que Europa cabalga a lomos de Estados Unidos, Gran Bretaña e Israel.
Un conjunto debilitado por :
- una demografía en caída libre;
- guerras repetidas (Irak, Serbia, Afganistán, Siria) que no han conducido a la construcción de naciones, sino a la expansión de grupos terroristas;
- un hedonismo incompatible con los peligros crecientes, máxime cuando las sedes de las fiestas están en el punto de mira (Bataclan, fiestas rave en el desierto del Néguev).
Los europeos sólo sobrevivirán si recuperan el sentido de su identidad y redescubren las virtudes romanas que les hicieron fuertes. Una fortaleza que no debe excluir el uso de la fuerza.
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