Las claves de una polémica explosiva

Americanos y rusos disputan por sus misiles… sobre nuestras cabezas

Ojo al asunto, porque a los europeos nos pilla en medio, como de costumbre. Washington quiere poner misiles en Polonia para protegerse de Irán. Moscú dice que esos misiles no sirven para controlar a Irán, sino para amenazar a Rusia. Las dos grandes potencias nucleares se han enzarzado en la discusión a misilazos. Europa, angelical, pide sentido común y consenso. De momento, faltan las dos cosas. ¿Estamos ante una nueva “crisis de los misiles”? Explicamos este peliagudo conflicto.

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ÁNGEL MAESTRO 

Existe un interrogante que durante estos días planea sobre los gobiernos europeos, y es el de por qué necesita Europa la defensa antimisiles que proponen los norteamericanos. Ángela Merkel considera que a dicho interrogante deben dar respuesta Rusia y los Estados Unidos. Rusia, porque será en sus cercanías donde se emplazaría la Defensa Antimisiles (DAM); Estados Unidos, por ser el promotor del proyecto. Y la respuesta de ambos –dice Merkel- debería estar basada en el consenso.

Conforme a la opinión de numerosos analistas de política internacional, cada una de las partes tiene ya su propia versión, abundante en argumentaciones. En lo relativo al consenso, las respuestas de las partes lo descartan casi totalmente. 

La cúpula militar y política de Rusia opina que los elementos de la DAM desplegados en Europa apuntan contra Rusia. Los rusos no aceptan la tesis de que su misión es proteger a EE.UU. contra los mísiles iraníes. Éstos, además de estar todavía en un estado muy poco avanzado de desarrollo, tienen que pasar por el Polo Norte si realmente quieren alcanzar sus objetivos. Por esta circunstancia –argumentan los rusos- resultan de dudosa utilidad los diez antimisiles instalados ya en Polonia: la eliminación de los misiles se produce mediante interceptación, o sea, interponiéndose en su trayectoria, y la posible trayectoria de los supuestos mísiles iraníes no pasaría por ahí. En cambio, el radar avanzado que se instala en Chequia cubrirá el territorio ruso hasta la cordillera de los Urales. Los rusos están acusando a los americanos de que los misiles de Polonia no serían sino una cobertura para ese radar en la república Checa. En plata: el objetivo real de los americanos no sería controlar a los iraníes, sino a Moscú.

Originariamente, Washington afirmaba que la DAM estaba destinada exclusivamente a proteger a sus aliados europeos contra los cohetes norcoreanos e iraníes. Afirmación con lógica, pues los misiles norcoreanos e iraníes podrían alcanzar Europa en un futuro no muy lejano. Pero Moscú argumenta en contra, planteando dudas razonables sobre por qué el régimen comunista y personalista de Kim Il jong necesitaría atacar Europa. Y en menor medida, también ocurre algo semejante con  Irán, cuyas relaciones con Europa no son tan tensas como con los EE.UU. Ahora bien, el gobierno polaco ha dejado traslucir que no teme a los misiles iraníes, pero sí a los rusos.

Respuestas “asimétricas” 

Moscú considera que el emplazamiento de la DAM en Europa ha de traer como consecuencia la adopción de medidas adecuadas por parte de Rusia. Una respuesta adecuada no supone necesariamente acciones análogas (o sea, más misiles), por lo que Moscú ha indicado que su respuesta a la DAM será “asimétrica”. Y como primera versión de tal respuesta, el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Rusia propuso abandonar el Tratado de misiles de alcance corto y medio (INF). Ahora bien, tal respuesta habría sido “demasiado asimétrica”, ya  que los misiles contemplados en ese tratado no son capaces de alcanzar a la otra parte (al potencial enemigo), mientras que, políticamente, la anulación de uno de los pocos tratados vigentes en materia de desarme nuclear sería muy difícil de justificar ante la opinión internacional.

En 1987, cuando se firmó el Tratado INF, existía una enorme preocupación en la Europa occidental, ya que el viejo continente se encontraba repleto de misiles de corto y medio alcance: los Pershing norteamericanos y los soviéticos de reentrada múltiple SS-20. De conformidad con el tratado, la Unión Soviética eliminó 1.836 misiles, y los EE.UU, 859. 

Ahora los expertos rusos, tras intensos debates, parece que han encontrado una respuesta: los avanzados misiles rusos “Topol-M”. Dichos misiles, hoy, son los únicos en el mundo dotados de ojiva planeadora y capaces de desarrollar con velocidad hipersónica  maniobras en zigzag, pudiendo burlar cualquier defensa antiaérea. Por si fuera poco, según fuentes rusas, muchos misiles balísticos intercontinentales pueden batir blancos a distancias medianas, compensando de este modo la pérdida de los misiles de alcance medio destruidos.

Los rusos consideran que una DAM conjunta es un tema del futuro, pero no de actualidad, y que no se debe invitar a Rusia a participar junto con los EE.UU en una empresa mixta denominada DAM, ni tampoco viceversa. Para Moscú, la única variante viable sería una DAM desarrollada conjuntamente por Rusia, Estados Unidos y Europa.

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